Es común encontrar personas y negocios a la caza de las tendencias en sus industrias o mercados. Si bien, identificar, comprender y adoptar las tendencias es necesario para mantenerse en el juego, es una condición que, por lógica, implica siempre jugar el juego de alguien más.
Seguir las tendencias es adoptar la visión y las reglas que otros han definido previamente como su modelo de negocio. Si bien, esta aproximación puede ser útil para identificar áreas de oportunidad y corregir debilidades en nuestro negocio, mantener este patrón implica aceptar permanecer en un constante rezago, adoptando siempre las novedades que otros descubren a-priori.
Podemos comprender una tendencia como un proceso social en el que un comportamiento o patrón es modificado o alterado. Es importante aclarar que estamos hablando de un proceso sociológico y psicológico, por lo que no tiene nada que ver con productos o servicios. Así pues, comprender la percepción y los comportamientos, tanto individuales como colectivos de las personas con las que quieres interactuar es un factor crucial para comunicar mejor y para poder inducir una nueva tendencia con efectividad.
Hay que saber diferenciar entre moda y tendencias. La moda impone abruptamente durante un corto plazo, mientras que una tendencia es adoptada paulatinamente y trasciende más en el largo plazo. A continuación, comparto los 5 aspectos más relevantes para dejar de ser un seguidor de tendencias y e imponer tu propio rumbo hacia el éxito de tu negocio:
1. Aprender a observar
El signo más común que encuentro con las personas que siguen tendencias es que están constantemente ocupados. Siempre están tratando de saber qué novedades encuentran y como replicarlas inmediatamente en sus negocios. Es muy importante establecer un tiempo en el que debemos dejar de ejecutar, para emplearnos en observar y escuchar nuestro entorno. Deja el celular, las demás pantallas y sal a observar el mercado y tu entorno. En la medida que seas capaz de establecer un flujo de información constante hacia adentro de tu empresa, no sólo de tus clientes sino de todo tu entorno, obtendrás información sumamente valiosa que no obtendrás de los lugares que acostumbras.
2. Encuentra los patrones y descubre los hábitos
Saber establecer una tendencia no es más que tener la capacidad de traducir en forma de estrategia los hábitos que identificamos en un grupo de personas. En la medida en la que seas capaz de identificar y comprender patrones de comportamiento podrás detectar las oportunidades inherentes a los mismos y explotarlas primero.
3. No pienses sólo en tu mercado
La mejor forma de ceder la iniciativa a tus competidores, es centrarse únicamente en el desarrollo de tu principal mercado. Es muy probable que diversas tendencias generales que comienzan por darse en otras industrias, terminen por afectar también a tu mercado. Centrarse en un solo mercado “por default”, suele hacer imperceptibles una gran cantidad de oportunidades o amenazas.
4. Mantener tu identidad
Una de las formas más mediocres de soltar la iniciativa para establecer tendencias es estar únicamente preocupados por agradar a los clientes. Si bien, es muy aconsejable tener una comunicación constante y de dos vías con nuestros clientes, hay ocasiones en los que debes optar por recibir las apreciaciones de los mismos, atenderlas y mantenerte firme en lo que es tu esencia. Si sólo emulas los deseos y caprichos de todos los clientes, terminarás por ser una veleta que mande un mensaje difuso y pierda la identidad y capacidad de diferenciación.
Establecer tendencias es todo un arte. Estas son solo algunas consideraciones básicas que proponen una perspectiva diferente para abordar la comprensión del entorno, de los individuos y de la sociedad. ¿Sigues actualmente tendencias? ¿Conoces casos de éxito en el establecimiento de las mismas? Te invito a participar en este espacio y a seguir la conversación en @carlosluer. Nos seguimos leyendo por aquí.