Internacional.- Menos mal que no existía el traductor de Google, porque seguramente habría sido mucho peor. La BBC recopiló algunos de los peores errores de traducción de la historia. Desde Nixon, hasta Nikita Khrushchev, todos fueron mal interpretados.
Más notas relacionadas:
Más de la mitad de los anuncios que se publican en Google nunca son vistos
Google planea lanzar un botón de “comprar” para competir contra Amazon
Google devela el prototipo del coche autónomo
Traducir lo que una persona tiene para decir no debería ser un problema mayúsculo, siempre que quien lo haga conozca acabadamente ambas lenguas y sus usos, como para no cometer groseros errores de interpretación.
Sin embargo, hasta en las más altas esferas gubernamentales, las tergiversaciones (la mayoría involuntarias) han sido una constante.
BBC Culture reprodujo un detalle de algunos de los peores errores de traducción de la historia, verdaderos “bloopers” idiomáticos.
Carter y sus deseos sexuales ▼
El ex presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter, en un discurso en Polonia en 1977, quiso expresar su interés por conocer los “deseos para el futuro” de los polacos. El traductor habló de la loca idea de Carter de saber los “deseos sexuales” de sus habitantes. Además, convirtió un “esta mañana dejé Estados Unidos” que dijo el entonces presidente, en “dejé Estados Unidos, para no volver jamás”. Y una más: en lugar de “estoy feliz de estar en Polonia”, dijo “feliz de ver las partes privadas de Polonia”.
En otras palabras: “No salen vivos de aquí” ▼
En plena Guerra Fría, en 1956, el premier soviético Nikita Khrushchev dijo, en ruso, algo así como: “aunque no lo quieran, la historia está de nuestro lado, los venceremos”. Habló de que el comunismo viviría más que el capitalismo y apeló al pasaje del Manifiesto Comunista de Karl Marx que dice que “lo que la burguesía produce son sus propios enterradores”. El traductor fue más allá y, en plena cena delante de representantes de todo el mundo tradujo que Nikita quería “enterrar” a los embajadores occidentales presentes.
¿Exigencias a EE.UU.? ▼
El término francés “demander” significa “pedir”, pero no para quien tradujo una serie de conversaciones entre París y Washington en 1830. En varios mensajes para la Casa Blanca se entendió que “el gobierno francés exige”, cuando las frases decían, en realidad, “el gobierno francés pide”.
Los chinos se toman su tiempo ▼
Zhou Enlai, ex líder chino, dijo en una visita de Nixon a Pekín que “era muy pronto todavía” para evaluar las consecuencias de la Revolución Francesa. Era el año 1972 y todos interpretaron que, como buen chino, era lógico que se tomara tiempo para analizar lo que aquella gesta dejó. Pero Zhou Enlai fue mal traducido y no había dicho “Revolución Francesa”, sino “Mayo Francés” (1968).