Con más de 700 millones de usuarios activos y con promesas de llegar a los mil millones de usuarios antes de 2018, Instagram es una parada obligada para las estrategias de marketing digital de cualquier marca, ya que el crecimiento de esta red social en un año fue de 50 por ciento.
Al ser propiedad de Facebook, Instagram tiene una tasa de engagement como red social del 4.21 por ciento, según Forrester. Entre las cualidades de la plataforma está que sus anuncios no son molestos y tienen menos probabilidades de ser ignorados por su público objetivo. Además, en términos de ROI, la red social devuelve los mejores resultados en menor tiempo que otros canales de marketing online, por lo que parte de sus beneficios para las marcas son:
Libre comercialización. Para las marcas, Instagram es tan práctico como Facebook y Shopify, ya que pueden vender al instante a sus clientes, quienes publicarán imágenes y videos si están complacidos con los productos de la marca, lo cual atraerá a más clientes potenciales. Para ello, las compañías deben subir fotos, videos o streaming atractivo y de alta calidad.
Mercadeo pagado. El método más rentable para anunciar en Instagram es el pagado, desde fotos, videos, e historias. Los clientes potenciales brindan atención y más si los videos son cortos y eficaces.
Instagram Carousel Ads. Ese tipo de anuncios hacen que los usuarios pasen fotos y llamen a la acción en su sitio web oficial para obtener más información, es decir, una estrategia de esta herramienta es similar a una de content marketing porque entrega resultados e información valiosa a los usuarios.
Instagram Stories. Las historias son vistas diariamente por más de 250 millones de usuarios, por lo que las grandes marcas suben videos cortos todos los días, ya que éstos desaparecen en un lapso de 24 horas. Entre sus ventajas está que se pueden agregar stickers, filtros, música y otros efectos que lo harán ver como un video editado.