Para que una estrategia de marketing funcione necesita contar con el personal adecuado para que funcione, es decir, personal que se integren a retos, equipos que enfrenten momentos de incertidumbre, además de que su poder de interacción se encuentre en estado óptimo, con una inteligencia emocional necesaria.
Las competencias personales comprenden las habilidades de autoconocimiento y autogestión. Las competencias personales es la capacidad para mantenerse al tanto del aspecto emocional, así como lograr manejar el comportamiento. La autoconciencia es la capacidad para percibir con precisión las emociones y mantenerse conscientes de ellas a medida que suceden. De acuerdo con un análisis de Talent Smart, hay aspectos que fortalecen la inteligencia emocional:
Ser implacablemente positivo. Suelen ver las malas rachas como ciclos, además de ver el vaso “medio lleno” y no “medio vacío”. Las personas emocionalmente inteligentes no se preocupan por situaciones de estrés porque no se dejan atrapar por cosas que no pueden controlar. Centran su energía en dirigir las dos cosas que están en su poder, su atención y su esfuerzo, además de que no afecta su salud, ya que son físicamente y psicológicamente más saludables que los pesimistas.
Tienen un vocabulario emocional robusto. Todas las personas experimentan emociones, pero son pocas las que pueden identificarlas con exactitud a medida que ocurren. Los que gozan de inteligencia emocional dominan sus emociones porque las entienden y usan un extenso vocabulario se sentimientos para hacerlo. Si bien muchas personas pueden describirse como “solo sentirse mal”, los emocionales-inteligentes pueden determinar si es “irritable”, “frustrado”, “oprimido” o “ansioso”, ya que cuando más específico sea su elección de palabras, mejor conocimiento tendrá. Para los negocios, las emociones son buenas si se usan de forma inteligente.
Ser asertivos. Las personas emocionalmente inteligentes equilibran sus buenos modales, son empáticos y son amables con la capacidad de afirmarse y establecer límites. Esta combinación es ideal para manejar conflictos, ya que cuando la mayoría de las personas se cruzan, por defecto hacia conductas pasivas o agresivas. Es decir, permanecen equilibradas y asertivas.
Tienen curiosidad por otras personas. Sin importar si son introvertidos o extrovertidos, las personas emocionalmente inteligentes son curiosas acerca de todo el mundo a su alrededor, ya que su curiosidad es el producto de la empatía, una de las puertas de entrada más importante para ser un líder empresarial. Concretamente, cuanto más te preocupes por otras personas y por lo que están pasando, más curiosidad vas a tener sobre ellas.