Ya lo dijo Anaxágoras: “Todas las cosas participan de todo, mientras que la inteligencia es infinita y se gobierna a sí misma y no está mezclada con nada”.
En Psicología, inteligencia es la capacidad cognitiva y el conjunto de funciones cognitivas como la memoria, la asociación y la razón.
En la práctica del profesional, resulta una ventaja en el mercado laboral y en tono lo que respecta a su desarrollo, es por ello que diversos estudios se concentran en hallar la mejor manera de estimularla. Existen actividades cotidianas que logran motivarla:
Leer. Aunque parezca repetitivo, ya que leer se recomienda para todo, lo cierto es que el conocimiento es poder y un libro es la llave para acceder a ese plus que todo profesional necesita y el mercadólogo no es la excepción. De ahí que líderes mundiales estén en constante búsqueda de contenido para leer.
Redes sociales. Es necesario que el profesional del marketing recuerde que necesita aprender muchas más cosas que los temas virales. Por ejemplo, si el smartphone es un hábito, puede utilizarlo para aprender un idioma por medio de una aplicación.
Amigos inteligentes. Rodearse de gente más inteligente hace que el profesional consiga entender que existen muchas cosas que aún debe aprender y pueda atender a esta necesidad constante en cualquier área.
No a la perfección. Una constante de los profesionales inteligentes es no tener expectativas distorsionadas respecto de la realidad y por ende, lograr erradicar la parálisis e impulsar el análisis en toda actividad que desarrolla.