El lenguaje corporal, el no verbal es una segunda vía de comunicación que tiene la misma importancia que utilizar un discurso articulado, por lo que al comunicar un mensaje se requiere prestar atención a las palabras y a las acciones no dichas.
Aunque hay una infinidad de posturas para proyectar una acción no verbal, lo cierto es que no es el único remedio para brindar una imagen exitosa dentro de una compañía o frente a inversionistas, ya que se trata de una labor compleja que implica retórica y acciones no verbales. De acuerdo con analistas de CNBC, las personas deben guardar detalle en los siguientes aspectos.
Mantener una postura fija y cerca de la otra persona. Una buena retórica con acciones no verbales es casi como aprender una lengua extranjera, y es que alejarse de alguien emite una sensación de incertidumbre, por lo que la cercanía sana transmite confianza, siempre y cuando mantengas el espacio personal.
Mantén las palmas abiertas. La sensación de dicho movimiento es “no tener nada por ocultar”, ya que las manos también son un vehículo de comunicación, ya que colocarlas por detrás de la cabeza puede significar dominio, y tocarte con las manos es un acto involuntario que puede significar distracción o inseguridad.
No cruzar las piernas. La postura correcta es sentarse con los pies planos en el piso, ya que representa una oportunidad para enviar una señal abierta y positiva. Cruzar las piernas puede parecer arrogancia o indisposición.
No perder contacto visual. Mantener la mirada es importante porque ayuda a demostrar confianza y respeto, así como transmitir la sensación de que estás prestando atención a las palabras. Sin embargo, tampoco debes mirar por demasiado tiempo o muy intensamente.
Las acciones no verbales anteriores deben utilizarse con precaución para construir confianza, sin embargo, en ocasiones las personas pueden utilizar dichas señales pero de forma imprecisa. Además, para utilizarlas depende estar en el contexto adecuado.