En su búsqueda incesante por explicarse quienes son los mexicanos, El Instituto de Investigaciones sociales elabora –una vez más- un trabajo sociológico invaluable: su nuevo libro Narrativas de los Niveles Socioeconómicos (NSE).
Partiendo de las cifras frías, las meras estadísticas producto de una ardua investigación, el Instituto se dio a la tarea de convertir la demografía y la clasificación básica de los niveles o estratos en imágenes reales de rostros, recámaras, casas, mesas de comedor, actividades diarias…
Sin perder el norte de la investigación cuantitativa –la brújula nunca devaluada-, presenta con este trabajo un retrato de los mexicanos, de los muchos tipos y estilos de mexicanos que existen. Qué sueñan, qué persiguen, cómo pasan sus días, dónde lo hacen, con quién.
Después de analizar la distribución del gasto en los Niveles Socioeconómicos, sí, en qué se gastan el dinero las familias, fotógrafos con sus cámaras en las principales ciudades del país fueron retratando la cotidianidad. Sin más. Qué hacen, qué tienen, cómo son sus espacios, en qué se entretienen, su relación con la tecnología, el cuidado personal y la salud. Instantes captados para crear una amplia radiografía de los habitantes del país.
Un trabajo delicado en el que se fueron tejiendo los datos con las realidades, para develar innumerables conclusiones para muy diversos fines. En este universo cada vez más conectado, la única forma de vernos y entendernos es dejando aflorar la piel, lo que nos caracteriza, nos hace humanos, únicos. De otro modo nos vamos ahogando en el mar de la estandarización.
Las imágenes son el verdadero testimonio, tal como sucedió en su anterior libro, elixir para la diversidad: Los 11 tipos de familias en México. Una pieza valiosísima a nivel mercadológico y sociológico. Un espejo.