Todos conocemos (o somos) personas que son “adictas al drama”. Personas que siempre tienen días, situaciones e historias turbulentas. La vida está compuesta de buenos y malos momentos, sin embargo la adicción al drama es un mal que aqueja a muchos hoy en día. Más a menudo de lo meramente necesario, la gente se reúne ya sea en su trabajo o en su vida personal para quejarse de todo lo que está sucediendo alrededor, sin darse cuenta del impacto negativo que esto podría estar causando en su productividad y felicidad.
A continuación 3 tips que pueden ayudarte a quejarte menos y avanzar mucho más:
- El ejercicio de la pulsera: No estoy a gusto con mi trabajo, no estoy a gusto con mis compañeros, no estoy a gusto con mi pareja, no me parece justo el sueldo que gano, son algunas de las frases que solemos repetir. Pareciera que no tenemos nada bueno que decir o compartir. Falta observar como cuando nos encontramos en algún lugar público con gente desconocida (por ejemplo en un elevador, en la fila del supermercado, etc) hacemos comentarios como
“ Uf que día tan malo hace” ó “Qué barbaridad cuanta gente y no pueden abrir otra caja” Cuidar nuestras palabras es fundamental para tener pensamientos más positivos y a la vez generar mejores resultados en nuestro día a día. Existe un ejercicio en el cual cada vez que te quejas debes cambiar una pulsera de una muñeca a otra. Te impresionarás las veces que al ser consciente de tus palabras dejas de cambiar la pulsera durante el día. Cuida tus palabras porque gracias a ellas desencadenas optimismo o negatividad.
- Buscar lo extraordinario en lo ordinario: Siempre existe la posibilidad de encontrar algo bueno en algo que creemos “malo”. Tenemos como seres humanos la capacidad de decidir si vemos el vaso medio lleno o medio vacío. Intentemos enfocar nuestros esfuerzos diarios en dirigir la atención a todo lo bueno que sucede, seamos conscientes de lo que si tenemos en lugar de lamentarnos por lo que no tenemos. Suena repetitivo y sencillo pero es uno de los más grandes retos a los que nos enfrentamos hoy en día. Dejar de quejarnos de lo que sucede y tomar una actitud y una mentalidad proactiva, optimista y positiva para que las cosas cambien a nuestro favor.
- Acepta y cambia: Acepta lo que ya sucedió y no puedes cambiar. De esta forma evitarás entregar el valioso tiempo que vives en el presente por vivir o recordar cosas del pasado. Procura cambiar aquello que no te gusta, aquello que te hace quejarte constantemente, aquello que te incomoda. Si son trivialidades evita quejarte, piensa antes de hablar y busca el lado bueno, si es algo más serio que requiere de alguna decisión radical entonces toma acciones inmediatas que produzcan un cambio no solo en tu sentir sino en tu vivir.
Uno de mis escritores mexicanos favoritos, Xavier Velasco, dice: ¿Por qué la gente cree que llorando y quejándose de lo triste que es su vida va a merecerse cualquier cosa mejor? Yo digo que siempre será mejor dejar de vivir una vida que solo nos incita a sufrir y quejarnos, haciendo pequeños cambios que nos permitan avanzar hacia la grandeza sin lamentarnos.
Besos azules