Renovarse o morir dice una famosa frase con la que seguramente muchos de nosotros en algún momento de nuestra vida nos hemos sentido identificados. Todo cambio lleva implícito cierto grado de reinvención. Ya sea que decidamos o nos veamos obligados a cambiar de trabajo, de carrera, de relación, de amigos debemos estar abiertos a descubrir una nueva y distinta forma de lo que creíamos que éramos hasta ese momento.

De hecho, nada mas sano y acertado que estar abiertos a reinventarnos constantemente. Esto nos permitiría explorar nuevas facetas de nosotros mismos, ser mucho mas flexibles a nuestro entorno, aceptar con apertura distintas oportunidades que la vida nos presenta, generar ideas y soluciones a cosas o situaciones que nos molestan o simplemente a vivir la vida desde diferentes perspectivas rompiendo un poco con la rutina y los patrones que hemos optado por seguir o que se nos han impuesto.

Comparto con ustedes 3 sencillas formas de reinventarte:

1. Rompe con la rutina: Entre mas rápido mejor. Si hay algo que nos estanca y nos mantiene estáticos es una vida rutinaria. La disciplina en nuestra vida es importantísima, se logran grandes cosas llevando una vida disciplinada y un orden en nuestras actividades, pero cuando sientas que todos tus días son iguales y que no parece haber nada diferente en tu vida es hora de tomarse muy en serio el romper con la rutina. Anímate a hacer cosas diferentes y que hace mucho que no haces durante tu día. Puede ser desde una llamada a alguien con quien hace mucho no platicas, hasta planear una ida al boliche un martes por la noche con algún amigo o tu pareja, inscribirte a unas clases de cocina orgánica, de lectura rápida, de bailes de salón, de mandarin, (algo que quizá nunca hubieras pensado), en fin, opciones hay muchas la decisión del cambio está en ti. Seguramente una vez que lo hayas hecho te sentirás con mucha energía y te sentirás motivado para descubrir en cada día un momento idóneo para reinventarte y descubrir el brillo que hay en ti.
2. Ten siempre un Plan B: Hay una frase conocida que dice “Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”. La vida nos da sorpresas, aunque pareciera que las cosas son eternas, sabemos que lo único constante es el cambio. A veces creemos que tenemos un trabajo asegurado de por vida, una relación que nunca terminará ó un físico espectacular que se mantendrá joven por siempre. Sin embargo, no tenemos nada garantizado y en ocasiones esos cambios llegan cuando uno menos se los espera. Estar alertas y preparados para esto es parte de nuestro deber y nuestro esfuerzo por reinventarnos. Por ejemplo: Piensa por momentos ¿qué podría hacer mañana si hoy me quedara sin mi trabajo actual? Tenlo muy pero muy claro, entre mas detallado, seguro y planeado lo estructures mucho mejor. Esto no sólo te permitirá ir más confiado y tranquilo por la vida sino que te permitirá visualizar oportunidades de crecimiento y desarrollo a través de la persecución y la planeación de un sueño o una meta a mediano o largo plazo, sin la presión y el stress que podría causarte no haberlo hecho a tiempo y con calma. En el ámbito profesional vemos como los puestos hoy en día tienen fecha de caducidad, a veces porque uno lo decide o a veces porque otros lo deciden por ti, que mejor que confiar en nuestra capacidad de reinvención para salir airoso de ésta o cualquier otra situación.
3. Pequeños cambios, grandes diferencias: Haz una lista de todo aquello que no te tiene feliz y contento en tu vida. En una segunda columna escribe si es viable cambiarlo o no. Proponte cambiar poco a poco, con tiempos definidos, aquellas cosas que se puedan cambiar. Gran parte de lo que nos hace parecer personas sombrías, oscuras e incluso robotizadas es nuestra falta de interés y motivación al cambio. Muchas veces, los cambios están en nuestras manos simplemente hemos dejado de darnos cuenta del daño que nos hace seguir igual y no atrevernos a cambiar. Sin duda siempre será más cómodo llegar de trabajar, hacernos de cenar, prender la tele e irnos a dormir….pero…¿esto te eleva o te estanca? Inyéctale emoción a tu vida con cosas que te hagan crecer, disfrutar, sonreír, aprender y sobre todo trascender. Atrévete a hacer pequeños cambios de cosas que no te aportan nada para hacer grandes diferencias en tu vida.

Steve Jobs decía: “Cada día me miro en el espejo y me pregunto: “Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?”. Si la respuesta era “No” durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo.” Yo digo que tenerle miedo a los cambios es tenerle miedo a la vida, y la vida es sorprendente y maravillosa porque es distinta cada día, porque nos da la oportunidad de tomar no uno, ni dos, ni tres caminos sino todos los que nosotros queramos. La vida tiene un horizonte de posibilidades que nos permiten reinventarnos y ser mucho más que seres enfrascados y estancados.

Besos azules