Los servicios de streaming están en crisis, están en guerra y están desesperados. Sí, el modelo de negocio es la tendencia, sí es el futuro, pero sí, tampoco ha encontrado el equilibrio que Disney, Netflix, Warner Bros. Discovery y otros esperaban. Estas con las señales que denotan que están en crisis y que la guerra sigue para ver quién se hace de más usuarios, quién encuentra más pronto el equilibrio y quién prevalece.
Venta de contenidos a otras plataformas
Aunque aún no se anuncia oficialmente a inicios de febrero llamó la atención que a inicios de febrero Robert Iger, CEO de Disney, declarara que “explora la venta de algunos filmes y series a sus rivales”. Sí, hace pocos años la estrategia era justo la contraria: retirar todo contenido de Disney de cualquier plataforma o no renovar cualquier licenciamiento que se tuviera. Vaya, sus producciones con Netflix como “Daredevil” o “Jeassica Jones” ya no están en esa plataforma y ahora viven con el resto de los contenidos de Marvel en Disney+. La posibilidad indica que Disney ve en ello oportunidad de monetizar sus contenidos por otras vías que no son su propia plataforma. El impacto que ello pudiera tener en suscripciones es seguro parte de lo que analizan. Es seguro que hay usuarios que le son fieles y que no dejarían el servicio porque un título ahora esté en Prime, por ejemplo, pero ¿sucederá con todos? De suceder habrá que ver si ello aplica a todos los títulos o a cuáles y cuáles son las condiciones que probablemente consideren 1) un tiempo limitado de exhibición de esos contenidos, 2) un costo adicional.
Disminución en el costo de la membresía
Contrario a la tendencia, Netflix ha anunciado hace apenas un par de días que reducirá el costo de la membresía en más de 30 países de Asia, Europa, Latinoamérica, África y el Medio Oriente. La medida obedece a la crisis existencial y busca que los usuarios no corten su membresía como parte de la reducción de gastos. La reducción no es menor, en algunos países será de la mitad del precio con que iniciaron en 2023. Es una estrategia arriesgada en cuanto a recaudación se refiere, pero que hace sentido si se considera que es mejor tener al usuario a no tenerlo y que es seguro que conforme la situación económica mejore, así será también con el costo. Por otro lado, no se corre el riesgo de que cancele y después no regrese o decida moverse a otra plataforma. Ningún otro servicio de streaming ha anunciado aún una medida similar. Ahora, el recorte sin duda impactará en lo que por sí ya es uno de los temas que más se analizan, la producción de contenidos originales.
Reducción y cancelación de contenidos nuevos
Uno de los principales diferenciadores de los servicios de streaming es el contenido original, tanto en términos de títulos como de cantidad. Netflix ha sido siempre el que más títulos nuevos tiene semana a semana, pero, incluso si se ha puesto atención, al menos las primeras semanas de 2023 el perfil de los títulos ha sido mejor, más si se compara con el que tuvo a finales de 2022. Otros servicios estrenan menos nuevo cada semana, incluso lo hacen un par de veces al mes o bien utilizan como estrategia para series el no estrenar la temporada completa, sino un capítulo o un par cada semana, lo cual hace que el espectador esté cautivo, al menos, lo que dure la serie. No sería rato que Netflix cambie incluso su modelo de lanzamiento de estrenos a algo intermedio, dándoles más vida y quitando un poco de presión por otros nuevos.
La gran pregunta es, ¿cuánto contenido nuevo debe tenerse? Ello determinaría el balance entre los ingresos y lo destinado a nuevas producciones que parece ser una de las grandes intrigantes. En últimos meses HBO Max y Netflix, sobre todo, han sorprendido ante el anuncio de cancelaciones. En HBO Max lo más radical fue el caso de “Batgirl”, filme ya filmado y en postproducción que no verá la luz aún y cuando costó 90 millones de dólares. Netflix, por su parte, anunció cancelación de series como “Warrior Nun”, “Inside Jon”, “Uncoupled”, entre otras tantas más. Algunas de ellas parecían haber sido exitosas, pero es claro que no lo suficiente como para garantizarles una nueva temporada. Y es que esa es la cuestión, el modelo de negocios, si bien se sabía no sería rentable hasta años después, está resultando progresar a menor ritmo del esperado y presentando más retos de los planeados, entre ellos la recesión causada por la pandemia. Mientras, la crisis ya está.