Para ninguna marca es un secreto que, en la actualidad, para que una estrategia de comunicación sea efectiva es necesario que atienda los principios básicos del storytelling. Red Bull es el mejor ejemplo de esta premisa.

Desde OneSpot indican que 92 por ciento de consumidores busca a marcas que presenten una historia al momento de lanzar sus productos, ya que sienten mayor conexión con ellas.

La práctica de contar historias no sólo es funcional para impulsar los esfuerzos de branding; este tipo de acciones tienen impactos en las oportunidades de conversión que tiene una firma.

Datos de Statista indican que el 74 por ciento de los usuarios a nivel mundial considera que el tipo de contenidos más influyentes en sus decisiones de compra son aquellos que cuentan historias personales o de primera mano, lo que tiene sentido si se considera que -de acuerdo con Headstream- cuando una historia contada por una marca logra ser relevante para el target, el 55 por ciento de los consumidores considera comprar algún producto de la firma en el futuro, mientras que el 15 por ciento realiza la conversión de manera inmediata.

El arte de contar historias

En este rubro existen algunas marcas que sobresalen por su capacidad para convertir las historias en verdaderas historias de negocio.

Tal es el caso de Red Bull, firma que en más de una ocasión ha demostrado lo rentable que puede ser relatar historias para promocionar un producto o marca.

La filosofía de la marca se ha ligado de manera principal a dos ejes, generación de contenido y advertainment. Una de sus estrategias más destacadas al respecto es un video de Danny MacAskill el deportista de trial que grabó un video para GoPro en los paisajes escoceses bajo el nombre “Cascadia” que sumó más de 17 millones de vistas en Youtube durante sus primeras horas de publicación.

Pero, ¿qué hace que una estrategia de storytelling sea efectiva? Aunque para lograr este objetivo son muchos los aspectos que están en juego, existen algunos aspectos que pueden ser generales para la mayoría de las empresas.

Así compartimos tres secretos para dominar el arte del storytelling que tu marca debe aprender de Red Bull:

Crear expectativa

Es simplemente generar interés anticipado en la historia que la marca quiere compartir; se trata de atrapar la atención de las audiencias con avances o comunicación que funcionen de antesala para historia principal. Recordemos que como espectadores lo que nos engancha, en un primer momento, es la promesa de que algo se avecina.

Red Bull logra generar está espactativa con su estrategia Red Bull Stratos en donde si bien el salto en caída libre desde el espacio fue impresionante, también lo fue la comunicación previa al evento que logró conquistar a las audiencias.

Las historias tienen un toque personal

Una de las características que comparten las estrategias de storytelling exitosas es el tono personal que pueden tener. Contar algo que se ha vivido de un modo propio y en primera persona, se convierte en algo crucial y determinante para llegar a la audiencia que la está recibiendo. Este permitirá centrarse en las experiencias antes que aspectos técnicos de narración.

Este punto es muy evidente en las ejecuciones de Red Bull; la gran mayoría los contenidos de la marca son contados en primera persona, en donde aunque los aspectos técnicos son cuidados, no son la principal preocupación de la producción.

Breve y directo

Las grandes historias no son aquellas que duran mucho; sino aquellas que en poco espacio logran decir mucho. Para que el storytelling funcione hay que ir a lo que importa, tanto para la audiencia como para los intereses de la marca.

Red Bull es claro con lo que desea comunicar, al público al que quiere llegar y los términos en los que quiere establecer el diálogo, con lo que sus acciones son fáciles de identificar en cualquier espacio.