El e-commerce encontró un nuevo impulso en medio de la emergencia sanitaria. De eso no queda duda alguna y los números avalan la premisa.
A decir de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) el 55 por ciento de las personas adquiera productos y servicios online para evitar salir de casa. La principal razón con 48 por ciento de menciones es para evitar aglomeraciones en tiendas físicas.
De hecho, el 33 por ciento de los usuarios destaca que en el terreno online han aumentado los productos con envío gratis; 34 por ciento resalta que han incrementado las opciones de entrega y 36 por ciento asegura que existen más opciones de pago, mientras que 8 de cada 10 compradores mexicanos perciben que es algo/muy seguro comprar productos y/o servicios por internet.
Con estas situaciones en la mesa, que se replican en la mayoría de los mercados a nivel mundial, de acuerdo con datos de Statista, se pronostica que a nivel global este canal crecerá alrededor del 25 por ciento para 2020, cifra que en la medida en la que el aislamiento se mantenga podría crecer de manera exponencial.
El e-commerce evoluciona
Lo cierto es que incluso para este sector, la pandemia llegó por sorpresa, con lo que se comenzaron a delinear nuevos patrones de consumo, formas de acceso y exigencias por parte del consumidor.
Algunas cifras son claras al respecto. Ejemplo de ello es que lo observado durante la semana que finalizó el 14 de junio, cuando se registró que el tráfico en línea en el segmento de supermercados aumentó en un 60,7 por ciento en comparación con el período de referencia en enero y febrero de 2020.
Por el lado opuesto, las visitas en línea en el sector turístico disminuyeron en un 47,5 por ciento durante el período medido; reflejando que el reto para esta industria sigue siendo mayúsculo pues las personas aunque tienen deseos de salir, aún se resisten a hacer viajes.
Estos nuevos escarnios traen consigo nuevos retos que tanto las plataformas de comercio electrónico como las marcas que están comenzado a explorar este espacio de venta, deberán de visualizar para convertirlas en verdaderas áreas de oportunidad.
Desabastecimiento y logística
PAra nadie es un secreto que las cadenas de producción se detuvieron en gran parte de los mercados a nivel mundial. Aunque el proceso de reactivación es una realidad en diversas regiones, lo cierto es que con las medida de sanidad para evitar un rebrote, las fábricas y demás establecimientos relacionados con la cadena de suministro trabajan de manera limitada con lo que garantizar la existencia de un producto podría no ser tan sencillo.
Este fenómeno deberá ser especialmente atendido por el comercio electrónico toda vez que, aunque es relativamente fácil actualizar casi en tiempo real la oferta de una tienda en línea muchas veces esto no sucede.
Esto será un problema al momento de entregar una experiencia adecuada al consumidor, quien no sólo pedirá que sus productos lleguen en forma, sino en el menor tiempo posible.
Reducción de los gastos
En este juego la logística de envío y entrega no sólo deberá ser efectiva sino deberá de ser casi imperceptible al consumidor.
De manera especial, el shopper valora y es fiel a aquellos sistemas de envío que no representan un gasto adicional a la compra ya hecha.
De tal suerte, las firmas tendrán que buscar la manera de reducir costos para no pasar en su totalidad el costo de envío al consumidor final.
Profesionalización del canal de compra
El e-commerce necesita profesionalizarse en diversos sentidos. Desde el manejo de cada una de las plataformas disponibles hasta el contenido que s publica dentro de los marketplaces es necesario que este canal se gestiona do con mayor estrategia y detalle.
Esto no sólo servirá para mejorar la inversión y madurar la relación con el consumidor; sino también para encontrar nuevas oportunidades de negocio en medio de un mercado que es cada vez más competido.