Por: Fernando Rosas
Twitter:@Fer68
Enfundarse en un Ɣnimo de monje zen es lo que debe hacer una persona que en su sano juicio pretende acercarse durante estas fechas navideƱas a una tienda departamental, de autoservicio, o peor si se trata de un club de precios, sitios en donde pensar la pertinencia del e-commerce nos hacen aƱorarle.
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En efecto, la única solución imaginable para evitar el patético trÔnsito y las interminables filas dentro de las tiendas es NO ir a las tiendas y para ello, el comercio electrónico es la única respuesta hoy posible.
Pues si resulta tan obvia la solución, la pregunta que asiste de inmediato es: si todas las tiendas respetables tienen portales de internet Āæpor quĆ© la gente insiste en seguir con sus compras de manera fĆsica para lentamente morir en el agobio como aquĆ©l pobre chino que se suicidó luego de 8 horas de compras de zapatos?
Bueno, pues existen varias explicaciones evidentes que resultan claras en los paĆses de HispanoamĆ©rica para no comprar en lĆnea:
Primero, el uso de efectivo es la forma de pago que predomina en la región, ya que la penetración de los servicios financieros y las tarjetas de crédito o débito tienen una larga brecha por avanzar.
Segundo, existe una tara cultural que consiste en no confiar plenamente en el e-commerceĀ por motivos de seguridad, lo que se suma al hecho de que los compradores todavĆa estĆ”n habituados a ver y tocar lo que adquieren, lo que les aporta la confianza que los sistemas de seguridad electrónica todavĆa no les inspiran.
Y tres, que creemos es la respuesta mĆ”s importante a la pregunta de origen: no existe un verdadero valor de parte de las empresas como para que la gente prefiera comprar en lĆnea… es decir, el marketing promocional que se aplica no es atractivo en lo mĆ”s mĆnimo. No existen exclusivas, descuentos, precios o premios que provoquen que el consumidor prefiera usar la vĆa electrónica que la fĆsica, incluso, en algunos casos se paga mĆ”s o lo mismo del precio en tienda por los gastos de envĆo. Absurdo, porque los costos de operación se supone que se reducen con el e-commerce, ya que se reduce la nómina y los inventarios pueden ser ajustados.
Ante esto, cabe destacar el caso de Enolobox.com de EspaƱa, que pone un ejemplo de cómo se hace comercio electrónico de primera lĆnea, con un planteamiento estratĆ©gico imbatible.
Nutrir la cultura del vino
El gran nombre del comercio electrónico en el mundo es Amazon, el cual, sin embargo, a veces no es funcional ni conveniente fuera de los Estados Unidos de América.
Pero sobre la idea de este portal, durante el año 2000, nace en España el web site Todovino.com, cuyo negocio es la venta del vino a distancia a través de internet y que ha tenido un sólido éxito tras incentivar su mercado mediante la promoción de la cultura enóloga.
La mecÔnica del crecimiento de todovino.com es muy simple: primero, aseguraron su éxito como un portal para la venta del vino a distancia, con la gestión de un sitio eficiente y que promoviera la cultura del vino español.
Segundo paso, abrieron sus tiendas fĆsicas, conocidas como La Carte des Vins, que estĆ”n diseƱadas para pasar un rato de lo mĆ”s agradable, copear y comprar con la asistencia de somelleres bien capacitados, vaya todo una experiencia de punto de venta.
Pero, tercer paso, la joya estratĆ©gica de Todovino se llama www.enolobox.com, un sitio en donde los visitantes se inscriben por 21 euros al mes y a cambio de esto Ā”tres vinos sorpresa el mes! … de nuevo, por ā¬21 euros ($28.85 dólares o $368.11 pesos mx).
AdemÔs, se tiene la oportunidad de escribir para opinar sobre cada una de las botellas que los clientes inscritos reciben, dentro de un panel de opinión creado exprofeso para tal propósito, lo que le permite a la empresa contar con información que le ayuda a tener en el radar los mejores productos del mercado, con base en lo que sus clientes dicen.
Sin duda, una jugada estratĆ©gica impecable y que con ello uno no tendrĆa un motivo razonable como para ir a comprar botellas de vino a la tienda.