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A veces ocurre que el modelo publicitario que se ha generado no está dirigido de manera adecuada al público al que se pretendía llegar.
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Hay que evitar a toda costa los clichés, formas predecibles, colores tradicionales y frases típicas.
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Ofrecer una pauta publicitaria capaz de plantear la solución a problemas que no se pueden resolver es una mala idea.
En ocasiones, suele ocurrir que algún proceso de branding, una pieza publicitaria, un diseño de packaging, un logotipo o algún otro producto generado por alguna mente creativa en el mundo del marketing y la publicidad no obtiene los resultados esperados.
Para explicarse una situación de esta naturaleza hay que entender que existen diferentes factores tanto desde dentro como desde afuera de un proyecto. Ello puede ser provocado por varias causas tres de las cuales se analizan a continuación.
1. Una propuesta y mensajes mal enfocados a su público
A veces ocurre que el modelo publicitario que se ha generado no está dirigido de manera adecuada al público al que se pretendía llegar. Por eso importante que el mensaje que se pretende mostrar en una pieza de diseño ofrezca información útil, sea original y se plantee tres preguntas básicas que se deben responder de manera sencilla: ¿Está bien dirigido al mensaje?, ¿Es comprensible el mensaje por el público al que pretende llegar? ¿Es relevante?
2. Un diseño genérico
Hay que evitar a toda costa los clichés, formas predecibles, colores tradicionales y frases típicas. El caer en lugares comunes hará invisible tus diseños. Es una tarea complicada, porque si bien es necesario conocer al público al que te vas a dirigir, tienes que encontrar la manera de darle la vuelta a tu mensaje y atrapar su atención.
3. Un diseño que promete y no cumple
Ofrecer una pauta publicitaria capaz de plantear la solución a problemas que no se pueden resolver es una mala idea. Nunca hagas una campaña para un producto que haga promesas imposibles, lo único que vas a generar es frustración y el alejamiento de clientes y nuevas cuentas.