“Guardianes de la Galaxia Volumen 3” llega luego de seis años de su antecesora y cuatro de “Endgame”. El grupo atípico de súper héroes debutó en 2014 como parte de la Fase 2 y resultó una sorpresa con sus poco más de 773 millones de dólares en taquilla, catapultando a su elenco y director. La última entrega estaba inicialmente anunciada para 2020, pero el despido de James Gunn, su director, tras la reaparición de tweets poco afortunados llevaron a su despido, participación en DC con “The Suicide Squad” y la serie “Peacemaker”, amén de ser uno de los nuevos estrategas de ese universo, a su regreso en medio de polémicas y controversias. “Guardianes de la Galaxia Volumen 3” llega con un presupuesto de 250 millones de dólares. Las predicciones originales indicaban que su debut sería menor al de las entregas anteriores, pero al cierre de edición y con un primer día de 26 millones de dólares las cifras han sido ajustas y ahora se estima que quizás tenga el mejor con 250 millones de dólares de manera global. En el meta sitio Rotten Tomatoes si bien tiene el porcentaje menor de la trilogía por parte de la crítica con un 79% por parte de la audiencia el resultado es muy distinto con un 96% que es el mejor de ese sector. Los números podrán cambiar, pero números similares de la audiencia ya hicieron, por ejemplo, un éxito de “Super Mario Bros. La película” hace unas semanas. ¿En qué acierta “Guardianes de la Galaxia Volumen 3” que ninguno otro filme de Marvel ha acetado en al menos cuatro años (desde la propia “Endgame” o “Spider-Man: Lejos de casa”)?
Es una historia contenida
Desde que terminó “Engame” y quizás incluso antes, Marvel ha hecho un “esfuerzo” por vincular sus filmes y series. Ello ha tenido por “beneficio” el que la historia que se cuente sea “más grande” y que los espectadores vayan de un medio a otro para tener la fotografía completa. Por ejemplo, Yelena Belova (Florence Pugh), quién heredara el manto de Black Widow (Scarlett Johanson), luego apareció en la serie de “Hawkeye” en Disney+ y de ahí regresará a la pantalla grande en “Thunderbolts”. Sí, mercadológicamente es benéfico, pero también ha implicado para el público un cierto estrés para mantenerse al tanto entre los filmes y series que se estrenan cada año (un promedio de cuatro al año). Más aún, en aras de conectar las historias, muchas de las más recientes han sufrido en su solidez narrativas en aras de contribuir a la próxima “gran historia” y que en esta ocasión será “The Kang Dinasty” en 2015. Ahí están los resultados de “Thor: Amor y trueno” y “Ant-Man y Wasp” con los números más bajos en crítica y sin impactos reales en taquilla. En su Fase 3 la gran mayoría de los filmes de Marvel se acercaban o superaban el billón de dólares. Más allá de la pandemia, la Fase 4 fue un retroceso.
“Guardianes de la Galaxia Volumen 3” sólo cuenta el último capítulo en la historia del grupo de héroes. Sí es posible que haya conexiones futuras. Vaya, se introduce a Adam Warlock (Will Poulter), el desenlace indica que Peter Quill (Chris Pratt) volverá y es muy probable que los propios Guardianes lo hagan con otra alineación, pero el esfuerzo no está en ello, está en contar la historia del grupo. Las propias escenas post créditos sólo refieren a los mismos personajes, ninguna tiene por función hablar de algún filme o serie próximo.
Tiene unidad dramática
Sin spoilers, la historia de “Guardianes de la Galaxia Volumen 3” va de Peter Quill enfrentando y reconciliándose con su pasado. El vehículo para ello es Rocket Racoon (voz de Bradley Cooper). Vaya, de hecho, podría discutirse si el protagonista es Rocket. En cualquier caso, el punto es que a diferencia de las entregas más recientes, “Guardianes de la Galaxia Volumen 3” tiene claro que todo lo que sucede está en favor de lo que los personajes deben hacer (encontrar una manera de salvar a Rocket) y que en ello discuten y exploran precisamente el no huir más del pasado y construirse a partir de ello. Eso mismo les sucede a varios personajes más (Gamora, Mantis, Adam Warlock, Kraglin).
Es un cambio que puede parecer nimio, pero no lo es. La entrega anterior, “Ant-Man & Wasp: Quantunmania” plantea ser sobre Cassie (Kathryn Newton) y Scott (Paul Rudd) reconectado y recuperando el tiempo perdido por la decimación ( el chasquido de Thanos que eliminó a la mitad del universo por cinco años), pero luego se les olvida y se convierte en una historia distinta. Lo que sucede con los demás personajes tampoco tiene que ver, pero sí con la historia de “Kang”. Error. Los resultados lo muestran.
Construye emociones
Al tener unidad dramática, “Guardianes de la Galaxia Volumen 3” construye emociones. Aprovecha, por un lado, la historia que ya se tiene de los personajes. Por otro, en el mismo filme, al explorar el pasado de Rockett Racoon (mostrándolo cuando era un bebé y sumando al factor ternura que tan bien funcionó con Groot) para enfatizar su posible pérdida da muy bien para momentos de gran dramatismo y emoción en los momentos climáticos. Sin dar spoilers, por ejemplo, hay un abrazo entre algunos de los guardianes que es muy emotivo y que refleja un alivio tras una posible pérdida. En otro más, se construye un momento al estilo “La sociedad de los poetas muertos” donde varios de los personajes le expresan su respeto y reconocimiento a otro. Las reacciones de las salas no mienten. Es la primera vez desde “Endgame” con la muerte de Tony Stark / Iron Man (Robert Downey Jr.) o la toma del martillo de Thor (Chris Hemsworh) por parte del Capitán América (Chris Evans) que los asistentes gritan, suspiran o lloran. “Guardianes de la Galaxia Volumen 3” en su discusión sobre identidad habla también de familia y de pertenecer. El público se siente pertenecer a ese grupo y en ello se emociona. Marvel se había olvidado de brindarle una experiencia así a su público.