La pandemia trajo movimientos importantes, únicos, necesarios e irreversibles en los planes estratégicos de las empresas alrededor del mundo.
Sin importar su tamaño o categoría, las organizaciones tuvieron que replantear la estrategia ante un enemigo común que amanezco y afectó sus negocios.
Entre pérdidas y pesimismo
Desde el inicio de la pandemia, el sentimiento de incertidumbre inundó a gran parte de las compañías, y lo único que quedó claro fueron las pocas esperanzas de tener una recuperación rápida luego de cuando menos tres meses de tener una economía prácticamente parada.
El pesimismo reina en el sector empresarial. De hecho, de acuerdo con una reciente encuesta firmada por Vestiga Consultores, 6 de cada 10 empresas espera recuperarse de la crisis económica causada por la pandemia hasta 2022 o incluso después.
A detalle, el 33 por ciento de la unidades empresariales encuestadas indican que podrán hablar de recuperación al cierre del siguiente años, mientras que sólo el 8 por ciento afirma que este momento de estabilidad llegará este 2020.
En términos generales, el escenario propone una caída en las inversiones que, por definición pegará de manera directa y sentida a la cadena de producción de valor.
Mientras que el 31 por ciento de las firmas afirmaron haber cancelado todas sus inversiones, apenas el 4 por ciento afirmó continuar sin cambios.
Más importante es reconocer que el 15 por ciento de las compañías se han visto obligadas a desinvertir y apenas el 5 por ciento habló de inversiones a la alza.
Los planes estratégicos cambian
Lo cierto es que una vez que la crisis sanitaria parece haberse controlado en ciertos mercados, el siguiente paso en reconocer cómo se están comenzando a adaptar los planes estratégicos de las firmas, mismos que buscarán reactivar el negocio para minimizar las perdidas en el proceso de recuperación.
En este sentido, cobran relevancia los datos entregados por el informe The Future of Strategy 2020 elaborado por WARC, el cual luego de entrevistar a más de mil 20 senior strategists a nivel mundial, obtuvo conclusiones claras sobre cómo se moverán los planes estratégicos de grandes firmas en lo que resta del año.
De manera puntual, las conclusiones del estudio pueden resumirse en tres aspectos básicos:
La estrategia es la clave
Durante este tiempo de retos y crisis, la estrategia ha ganado especial relevancia. Las marcas buscan en sus agencias verdaderos consultores que les permitan delinear estrategias claras y efectivas.
En este sentido, el 54 por ciento de los encuestados aseguraba estar muy involucrado en los planes de sus clientes relacionados con el COVID-19
A decir de Brent Nelson, Chief Strategy Officer de Publicis Group North America, “los desafíos y las preguntas emergentes que enfrentan las marcas son complejas y están más allá de la estrategia de comunicación fundamental. La necesidad apremiante de tener en cuenta una incertidumbre cada vez mayor ha dejado una cosa muy clara: el valor y la necesidad de planificación senior, con experiencia y habilidades diversas y talento”.
La estrategia gana, el persona disminuye
A pesar de que se prevé que la estrategia es fundamental, la realidad de que los equipos en esta área se verán reducidos sobre todo en los puestos de menor jerarquía.
En este sentido, el 41 por ciento de los participantes en la encuesta aseguró que los despidos estaban afectado de manera puntual a los junior strategist, lo que podría resultar en una falta de talento nuevo y diverso en la industria.
Esto es un problema que a largo plazo podría traducirse en la falta de innovación y visión, dos aspectos que también resultan fundamental.
La apuesta es a corto plazo
Con recortes en casi todas las áreas y empresas así como presupuestos reducidos, la tendencia es por buscar la recuperación a corto plazo. Las ventas necesitan activarse a la brevedad.
De esta manera, se estima que el 72 por ciento de los especialistas afirma que sus clientes se están enfocando en estrategias en corto plazo para salir de crisis antes que pensar a mediano o largo plazo.
No obstante, el asesoramiento en este sentido tendrá que venir en términos de comunicación y propósito, en donde ante la crisis es posible perder los valores intangibles de la marca que son un punto fuerte de cualquier negocio.