La publicidad digital se mantiene en constante crecimiento. Durante 2020, se estima que a nivel mundial, los ingresos generados por este rubro crecerán de 198 mil 439 millones registrados durante 2016 a 309 mil 109 millones de dólares, mientras que en el caso de América Latina irán de 5 mil 544 millones a 11 mil 738 millones de dólares, según estimaciones de Statista. Dentro de este contexto, las acciones en social media tienen especial protagonismo.

Según cifras de un reporte realizado por Hootsuite y WeAreSocial, las redes sociales han penetrado en el 50 por ciento de la población mundial. De hecho, durante el 2017, hubo un crecimiento de 21 por ciento en la base de usuarios de redes sociales alrededor del mundo.

Ante este creciente mercado, las marcas invierten alrededor del 30 por ciento de su presupuesto en estrategias de marketing a través de redes sociales. Para ser más precisos, cifras de Brand Watch, refieren que alrededor del mundo más de 50 millones de negocios utilizan páginas de Facebook. Mientras que el 25 por ciento del tráfico que generan los negocios de ventas al por menor en línea viene de Pinterest, al tiempo que los tweets promocionados pueden aumentar hasta 25 por ciento las ventas de algún servicio y/o producto.

Sin embargo, a diferencia de lo que se pensaba hace poco más de una década, gestionar la reputación de una marca en estos espacios ha dejado de ser algo gratuito.

El cambio en los algoritmos de estas plataformas así como la cada vez mayor cantidad de anunciantes que buscan ser capitalizar dichos espacios, obliga a las empresas a integrar opciones de pago a su estrategia, mismas que crecen en costo al tiempo que losasen en demanda.

Basta con reconocer que desde Social Medan Examiner, indican que el 53 por ciento de las empresas asegura que durante los siguientes meses aumentará el presupuesto destinado en Facebook Ads, mientras que el 38 por ciento lo hará en Google Ads y el 31 por ciento en Twitter Ads.

Si bien esto no es nada nuevo, lo cierto es que hacer de estas inversiones algo rentable no siempre es tan sencillo y aunque las marcas tienen cierto expertise al respecto, la realidad es que existen algunos errores fatales que aún se siguen cometiendo.

Con esto en mente, enumeramos tres pecados capitales que puedes estar cometiendo en tu estrategia de Facebook Ads, Twitter Ads y Google Ads y que debes corregir ya:

Acciones sin estrategia ni planificación

Lanzar un esfuerzo de esta naturaleza es cada vez más sencillo que es común olvidar que se trata de una inversión que demanda estrategia y planificación. Por más inmediata que demande ser una acción en este campo es vital determinar cuando menos dos puntos básicos para obtener mayores garantías de éxito:

• Fecha de inicio y finalización: Determinada en función del historial de movimiento de la marca y objetivos claros para evitar pagar por impresiones inútiles.
• Presupuesto designado: No debe asignarse en función de lo que ahora mismo tiene la marca para invertir o simplemente al azar. Debe considerar el valor que el objetivo particular que se quiere alcanzar representa para el negocio global.

Para todos y por todos

Si bien las redes sociales prometen grandes niveles de alcance, es cierto que intenta llegar a todos para cumplir todo lo que marca se ha propuesto dentro de estos espacios de interacción es un error aun cuando se paga por tener un espacio publicitario privilegiado.

Cuando se trabaja con soluciones ads de pago es vital enfocar hacia donde va el disparo. La segmentación es vital para avanzar resultados. La personalización debe ser el camino seguir para conectar de manera efectiva con el público correcto.

Se trata de un proceso que debe responder a las siguientes preguntas en función del comportamiento de la audiencia y la meta específica -incluso parcial- que quiera alcanzar la estrategia:

• ¿A quién?
• ¿Para qué?
• ¿Cómo?
• ¿Cuándo?
• ¿Dónde?

Sin intenciones de vender/convertir

La mayoría de las plataformas para crear campañas con soluciones ads de pago son altamente intuitivas. Sin embargo, es justo mantener estos elementos predefinidos un error fatal. Cada campo debe ajustarse para adecuarse a aquello que la marca busca de manera específica, de lo contrario, las posibilidades de conversión -ya sea al hablar de una venta, lograr un clic o generar una suscripción- se reducirán.

Títulos llamativos e imágenes que llamen la atención es el primer paso; la pinza se cierra cuando se genera un llamado a la acción con la capacidad para adaptarse al mensaje sin ser intrusivo o inmasivo a ojos del usuarios.