Los avances tecnológicos cambian los hábitos de consumo constantemente, de tal forma que las marcas tienen la necesidad constante crecer o expandirse hacia nuevos mercados, y es que el 45 por ciento de los compradores apoya las decisiones de compra de nuevos productos, siempre y cuando haya sido recomendado, de acuerdo con IBM.

Y si bien, entre los ejemplos más memorables de marcas que buscaron expandirse y fallaron, se encuentran, Walmart cuando lo intentó en Alemania y perdió mil millones de dólares, mientras Starbucks tuvo que cerrar 61 tiendas y perdió 143 millones de dólares en Australia, lo cierto es que campañas de marketing bien dirigidas tienen como consecuencia la expansión de las marcas hacia nuevas industrias, países y mercados.

Estudiar el mercado exterior. De acuerdo con Forbes, las marcas tienen que evaluar primero su mercado antes de cualquier expansión, pero lo recomendable es jugar un papel pequeño de lugar en lugar para luego entrar de forma más completa. Una vez saturado su mercado local, tendrá una presencia mucho más fuerte para conquistar otros mercados. Además, las compañías deben tener en claro cuánto cuestan los consumidores en cada país, tener sólidos procesos de contratación y crear sistemas adecuados para ejecutar el mismo negocio en distintos mercados.

Comprender a los nuevos competidores. Sin importar el desempeño de una marca en su mercado habitual, éstas deberán elaborar una estrategia de alto nivel, como reunir a un equipo para hacer una visita de exploración en la ciudad donde quieren vender sus productos, o bien, aunque sea solo para entender el mercado, ya que el mayor problema de algunos directivos suele ser entran a un nuevo mercado sin los estudios previos.

En cuando a lo digital, Google brinda volúmenes de resultados de búsquedas determinadas con palabras clave, mientras que al estudiar a la competencia dará una idea más clara de un presupuesto de marketing.

Paciencia. Según parece, las marcas deben “intentar, intentar y volver a intentar”, e incluso Forbes lo detalla como “balas primero, y después balas de cañón”, pues que las marcas pueden cometer el error de ir demasiado rápido en sus planes de expansión en territorios inexplorados, por lo que deben tomarse su tiempo para comprender si lo hacen en el momento adecuado o si están preparados para no perder o todo lo contrario.