Internacional. Poco a poco, pensar en las plataformas digitales como “armas de doble filo” se va convirtiendo en lugar común sin que las personas o las empresas se detengan a reflexionar realmente en los riesgos potenciales que trae consigo el sumergirse en este torbellino sin conocimiento de causa. La falta de responsabilidad, de estrategia y de preparación para generar un contenido se manifiestan a la par de la búsqueda de relevancia con la que nos seduce la aparente libertad de expresión y la inmediatez de estos canales de comunicación.
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De todas las ideas erróneas que se genera producto del desconocimiento absoluto de la naturaleza de las redes sociales (o su función y verdadera importancia) existen 3 que son auténticos mitos para los individuos que siguen la corriente sin percatarse de la realidad a la que están sometidos:
1.- Todos están dentro
Aunque la penetración de internet en el 2015 es alta, sobre todo en regiones como Norte América (en donde de acuerdo con estadísticas recientes, el alcance es superior al 78 por ciento de la población) a nivel mundial tan sólo 34.3 por ciento de la población está conectada. A partir de esto, de los 2 mil 405 millones 518 mil 366 usuarios de internet globales habría que quitar el número de personas que utilizan internet pero que no acostumbran interactuar en las redes sociales, esto sin tomar en cuenta el número de países en donde existen fuertes restricciones y censura hacia los canales digitales.
No todos están dentro, y la opinión de 66 por ciento de la población restante no puede ser pasada por alto o ignorada al lanzar este tipo de afirmaciones.
2.- Publicar 24/7 te vuelve relevante
Aunque muchos (empresas o individuos) consideren que la clave del éxito en social media está en el nivel de actividad que se mantenga a través de los canales, en realidad son los contenidos que se generan (y sobre todo la calidad y el buen manejo de los mismos) los que dan los resultados. Aunque publiques con una velocidad de 10 posts por hora o superior, tus esfuerzos quedarán anulados e irrelevantes si el contenido no representa una aportación significativa cada vez.
3.- Generar contenido o conversación (de cualquier tema) te convierte en experto en la materia
El mayor mito es considerar que gracias a nuestra participación en múltiples redes sociales o por ejercer (en parte) nuestro derecho universal a la libre expresión, podemos ser llamados expertos en la materia. Facebook, Twitter, Tumblr, Linkedin e incluso Instagram son el hogar de autodenominados “Periodistas 2.0”, “Community Managers”, “Fotógrafos” o “Analistas Independientes” que aprovechan el escaparate para posicionarse como amos y señores de un conocimiento superior en lugar de generar información de valor.
Siempre hay que tener en mente que la difusión de contenido y la comunicación implica una responsabilidad y -mucho más importante que eso- una labor de servicio apegada a la ética profesional.
