Un buen copy puede hacer maravillas para una marca, ya que incluso pueden llegar a convertirse en parte de la cultura popular, inmortalizando así a las marcas, por ello es necesario ejercitar la pluma y la imaginación de forma constante con el fin de conseguir más y mejores copy’s con los que permanecer en el top of mind de los consumidores.
1.- El asunto de la originalidad
Existen distintos mitos respecto a cómo puede lograrse construir un mensaje original, sin embargo, algo que no se debe perder de vista a la hora de escribir, es que cualquier cosa puede ser original cuando se le encuentra un nuevo enfoque. La realidad es que no hay nada nuevo bajo el sol, por ello, la orginalidad se logra reinventando todo aquello que ya está dicho. Una forma de conseguirlo, es realizando ejercicios de alegorías, en los que un mensaje sustituye sus palabras por sinónimos hasta conseguir un mensaje distinto al que se escribió originalmente.
2.- Mensaje significativo
Entre los clichés de la publicidad, los términos absolutos pueden generar el efecto contrario a lo buscado por las marcas, incluso en países como China se han prohibido para su uso en publicidad. Por ello, un copy completamente enfocado en vanagloriar la marca puede no ser tan efectivo. En cambio, comunicar un mensaje significativo para los consumidores puede dar mejores resultados.
3.- Prueba y error
No siempre es posible llegar al copy perfecto en un primer intento, por ello las pruebas del tipo A/B pueden ser una alternativa para encontrar el tono exacto con el que se debe llegar a nuestro nicho de consumidores en particular.