La amplia oferta de productos y servicios ocasiona que las empresas tengan el propósito de obtener la mayor cuota de consumidores posible, esto con base en anuncios publicitarios cada vez más sobresalientes, por lo cual se puede caer en ciertos errores dentro de mensajes que lo único que provocan es reflejar una imagen errónea. A continuación tres frases que harán que pierdas empatía con el consumidor.

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1. “Somos tu mejor opción”

Las marcas no saben cuál es la mejor opción para el consumidor, pues cada uno de ellos es distinto en gustos, actitudes, posición socieconómica y necesidades. Recurrir a esta frase provoca que el espectador se pregunte sí en realidad es cierto, con lo que puede afirmar o negar esta exclamación.
Por otra parte, ésta no da paso a que el público piense en otras marcas similares, factor que puede resultar intrusivo en lugar de invitarlo a que conozca los productos o servicios que ofrece.

2. “Tenemos precios competitivos”

Esta frase sólo puede ser usada por el cliente, pues la percepción de precios varia de acuerdo con las necesidades y circunstancias del comprador, las cuales no siempre son estables. Es cierto que dicha exclamación llama la atención en primera instancia, pero también abre paso a que el espectador se pregunte qué tan cierta es.
Asimismo, los precios de un producto o servicio varían de acuerdo con la oferta y demanda, por lo cual no siempre están dentro del mismo rango. Elemento que deja la frase obsoleta.

3. “Si encuentra un mejor precio se lo igualamos”

Al mejorar el precio a un cliente se le tendrá que modificar a todos los consumidores, esto con el fin de conseguir su empatía y no causar descontento. Es conveniente mencionar que los precios se establecen con base en elementos implicados (costos de producción, personas implicadas, procesos, etc.), por lo cual hacer un cambio en toda la línea da paso a que las ganancias no vayan acorde con lo esperado.
Las firmas comerciales deben establecer precios justos, tanto para ellos como para el cliente, de esta forma no se vean en la necesidad de tener que ajustarlos y desencadenar una serie de problemas.