Manejar el estrés en la oficina es imprescindible para la salud física y mental así como para la productividad. Por lo que, establecer tres formas accesibles de combatirlo, es lo que se busca con la propuesta de este articulo.
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Puede que en muchas ocasiones las claves para lograr manejar la tensión que surge en el lugar del trabajo parezcan complicadas de ejecutar, pero en este caso se han seleccionados 3 tips que difícilmente se podrá poner excusa por su sencillez y factibilidad.
Las claves, que seguramente muchos conocen, son sugeridas por diferentes especialistas en sus artículos aparecidos en The Huffington Post, MDB, Psychology Today, Harvard Health Publications, BBCNews o Daily Mail, por citar sólo algunos medios que se hacen eco de estas soluciones.
Las tres claves más sencillas para lidiar con el estrés en el lugar de trabajo son:
#1. Aléjarse
Si puedes alejarte momentáneamente de una situación estresante sin crear un nuevo problema, hazlo. Alejarse del factor generador de estrés es una de las estrategias más sencillas que puedes usar para aliviarlo. Dependiendo de la situación, puede o no ser posible, pero en la mayoría de los casos al menos se puede ir al baño, cerrar los ojos por 5 minutos. Incluso si lo que se necesita es llorar, esta es una opción.
#2. Reírse
El siempre buen consejo que dice que ‘reírse es la mejor medicina’ es completamente cierto, precisamente porque una de las razones por las que es bueno para la salud es que contribuye a reducir el estrés. Reírse de uno mismo o de la situación estresante con compañeros de confianza, es una excelente opción. Y si las posibilidades lo permiten, busque videos graciosos, para reírse unos minutos.
#3. Respirar
La mayoría de las técnicas de relajación se basan en la respiración y es que hay una razón para ello. Cuando está estresado la respiración se vuelve más corta y superficial, incluso cuando se está bajo demasiada angustia o se sufre un ataque de pánico puede respirarse tan rápido que se llega a hiperventilar)
Así que lo opuesto también es cierto, si respiramos más consciente y lentamente, se envía la señal al cuerpo para que relaje su postura de ‘lucha o huye’, porque no hay de que temer. A su vez esto disminuye el resto de síntomas del estrés.
estas técnicas no sirven sólo para los momentos puntuales de gran estrés, sino para luchar contra estrés crónico que se suele acumular día tras día, sin que nos percatemos de su acumulación y efectos.