En este último caso Greg Smith, director ejecutivo de Goldman Sachs, decidió renunciar a través de un amplio artículo en uno de los periódicos más importantes a nivel mundial, The New York Times.
En la publicación el directivo explica que la cultura corporativa en de la empresa se ha deteriorado y está totalmente podrida. Además reveló que “los clientes son vistos como simples marionetas que pueden ser esquilados por la voraz codicia del banco de inversión”.