Carlos Andrés Mendiola
@carlosamendiola
El banderazo se ha dado.
La temporada de premios 2024-2025 del cine ha iniciado oficialmente. El anuncio de los nominados a los premios Gotham que reconocen el cine independiente dio una primera muestra de por dónde va el balón que, de atinar a lo grande, anotará con el reconocimiento más codiciado, el Oscar.
Ya hay mucha especulación al respecto y las próximas semanas se irán anunciando más nominaciones y premios de grupos de críticos, asociaciones y sindicatos. Sí, es cierto, no todos los premios tienen el mismo impacto o peso para el Oscar, pero al final todos contribuyen a mantener en la agenda ciertos títulos.
¿Quién ganará? Ésa es otra historia y hay otros factores que influyen en ello, pero mientras, vale la pena tener claros los tres factores esenciales para predecir o al menos identificar con éxito a las películas que van por el Oscar 2025.
Ingredientes
Lo primero que salta a la vista de un filme son sus actores. Vaya, incluso los avances de las cintas con pretensiones de premios destacan principalmente a su talento y más aún si ya fueron nominados antes o ganaron.
Son la cara de la película y están asociados per se con géneros, tipos de películas y prestigio. Por ejemplo, quizás la primera contendiente del año sea “Duna Parte 2” y tiene en su reparto una combinación que incluye a jóvenes y consagrados entre quiénes están Timothée Chalamet, Florence Pugh, Austin Butler, Willem Dafoe y Javier Bardem.
En una situación similar están “Gladiador 2” y “Wicked”, pero ello puede depender de contar sólo o principalmente de un talento destacado o simplemente “llamativo” como puede ser el caso de Nicole Kidman en “Babygirl” o Angelina Jolie en “María”.
Ahora, el talento no se limita únicamente a los actores, otra figura relevante sin duda es la del director. Hablando de “María”, una biopic de María Callas, figura de la ópera, es el trabajo más reciente de Pablo Larraín y el cierre de su trilogía de mujeres emblemáticas.
Las dos anteriores, “Jackie” y “Spencer”, le dieron nominaciones como Mejor Actriz a sus protagonistas, Natalie Portman y Kristen Stewart, respectivamente. Es tan sencillo como que cada que se menciona una nueva película de Martin Scorsese, Steven Spielberg, Alejando González Iñárritu o Guillermo del Toro la expectativa está ahí.
Otro ingrediente clave es la historia y ello se desprende de tres maneras, el material del que proviene, el tema que aborda y la manera en cómo lo hace. Historias basadas en hechos reales y biografías tienen un valor especial, “Oppenheimer”, “Elvis”, “Greenbook” o “En primera plana” dan cuenta de ello.
Luego están aquéllas que provienen de obras de teatro, novelas y otros medios donde han probado ya su valor. Ello incluye “El color púrpura”, “El padre” o este año la propia “Wicked” o “La lección de piano”. Un factor que se ha sumado en años reciente está en lo novedoso de la historia o de contarla, siendo los casos más notorios “Parásitos” y “Todo en todas partes al mismo tiempo”.
Un factor más, quizás no tan esencial, pero que nunca hace falta es el presupuesto. Hay películas de corte independiente nominadas y ganadoras como “Moonlight” o “Lady Bird”, pero también están las super producciones que captan la atención por sus grandes valores y vistosidad como “Top: Gun Maverick” y “Avatar: El camino del agua”.
Al final de cuenta, sí, el dinero se nota. La clave está en qué tan bien usado está.
Distribución
El calendario del cine, aunque siempre cambiante, generalmente ya tiene establecido que a inicios de año se estrena aquello con pocas pretensiones o que difícilmente podría tener buenos resultados en otros momentos.
En el verano están las super producciones, las de mayor presupuesto y mayores pretensiones comerciales. El otro es para las películas de la temporada de premios. Ésa es la generalidad, como en todo hay sus excepciones y películas como “Todo en todas partes al tiempo tiempo”, “Erin Brokovich” o “Gladiador” estrenaron temprano en el año y llegaron a la ceremonia, incluso se alzaron con el premio.
Estrenar en el momento oportuno es clave. La mayoría de los filmes lo hacen a partir de agosto porque es menor el tiempo que requieren “mantenerse en la agenda”. El estreno al que se refiere es el de salas, desde luego.
Entonces, un caso como el de “Duna Parte 2” que debutó en marzo tiene un reto mayor, los votantes, la industria y hasta el público la han “olvidado” frente a un título de corte épico que estará en boga a finales de año como “Gladiador 2”. A algunas películas les ha venido bien estrenar prácticamente al final y con ello dar un golpe inesperado como fue el caso de “Golpes del destino”. Debutó en diciembre, sorprendió y se llevó el premio principal.
La distribución es clave e incluye a los festivales de cine. Qué estrena, cuándo y dónde es esencial.
Es sabido, por ejemplo, que aquellas cintas que se ven primero e incluso contienden en festivales como Cannes, Venecia o Toronto tendrán un fuerte empujón en la temporada de premios. “Anora” y “Emilia Pérez”, ambas reconocidas en Cannes, parecen ser ya dos seguras nominadas a Mejor Película. No será extraño “Parásitos” ganó en Cannes y luego en el Oscar.
En años más recientes “El triángulo de la tristeza”, “Anatomía de una caída” y “La zona de interés” también se hicieron presentes. Un estreno de esta manera consigue comenzar a dar de qué hablar a sabiendas de que no será el único golpe.
Varias películas se ven en distintos festivales hasta que llegan a salas y luego, cuando llegan pueden hacer de manera limitada para después crecer o bien de forma masiva.
Mantener el hype
Este es quizás el mayor reto. Todas las películas estrenan con expectativas, cuando lo hacen o están a la altura o salen del mapa.
Un caso claro es “Joker: Folie à Deux”. Dados los antecedentes de “Joker” que se convirtió en la primera película de DC en ser nominada en la categoría principal y que le dio a Joaquin Phoenix el Oscar a Mejor Actor, la expectativa era justo que podría de nuevo ser una contendiente.
No será así y aún y cuando Warner Bros ha puesto a consideración de la Academia a Phoenix y Lady Gaga, nadie más habla de ellos. Un caso opuesto es el de Demi Moore y La Sustancia. El filme de terror corporal estrenó en Cannes y ganó Mejor Guion.
El género y lo excesivo de su desenlace no la hacen la película usual que llega al Oscar, pero sus posibilidades se ven cada vez mejor. Es un título que se ha mantenido en la conversación por meses y no parece que dejará de hacerlo.
El hype inicia con las reacciones de aquellos que ven las películas en los festivales o en las primeras proyecciones. Es en cierta manera el “radio pasillo” que confirma si una cinta es buena o mala, si tiene posibilidades o no. El reto está en que conforme vayan llegando nuevas películas, ese hype no se pierda.
Por ejemplo, en años anteriores “Los Fabelman” y “Maestro” iniciaron sus temporadas con un fuerte hype, pero conforme fue avanzando se fueron diluyendo. Sí llegaron a ser nominadas y en varias categorías, pero se quedaron ahí.
Al mantener el hype ayudará a los críticos de cine, las nominaciones y victorias en otros premios, el propio estudio y distribuidora, el talento con sus apariciones en entrevistas y talentos y, desde luego, el público (“La sustancia” es de nuevo un gran ejemplo).
¿Es pronto para predecir a los nominadas al Oscar 2025? Lo es y no es una contradicción. La realidad es que hay alrededor de 30 películas con la posibilidad, pero de ésas se puede ir ya reduciendo la lista a al menos 20 y dentro de ellas hay un grupo de quizás cuatro que prácticamente están seguras: “Anora”, “Emilia Pérez”, “The Brutalist” y “Cónclave”.
Otras como “Duna Parte 2”, “Gladiador 2” y “Wicked” parecen muy probables. Algunas más como “Un completo desconocido” o “Nosferatu” están esperando su momento.
Unas más como “Sing Sing”, “Blitz” o “Septiembre 5” están rondando y o se consolidan como contendientes o se quedan mirando. Es una carrera de estrategia y resistencia que apenas está por comenzar a ponerse interesante.
¡Qué gane la mejor!