México, D.F.-. Construir una marca, posicionarla en el mercado, lograr mantenerla y conseguir que permanezca en la mente del consumidor no es una tarea sencilla.
Conseguir estos objetivos requieren de una estrategia de branding bien pensada que busque cubrir las necesidades de la marca, lo cual significa un reto para las grandes marcas. Al pensar en una pequeña empresa el desafío es aún mayor.
Notas relacionadas:
Cobranding de lujo de tres marcas líderes: éxito asegurado
Branding y Marketing ¿Cuál es la diferencia?
Cómo medir el branding en redes sociales
Por tal motivo, compartimos tres errores que una pequeña empresa debe de evitar al diseñar una estrategia de branding para hacer crecer su marca:
1.-No tener clara la definición de la marca
Es importante tener en mente cuál es el tipo de relación que se quiere crear con el target e identificar las ventajas que la marca propia tiene sobre la competencia para hacerlas evidentes en el proceso de construcción de imagen.
Se trata de definir a la marca y, en consecuencia, sus valores, personalidad y atributos que la hacen diferente en el mercado.
2.-Complicar la marca
Desde aquella necesidad que busca cubrir en el mercado hasta el mismo logo que la representará. Al iniciar acciones de branding muchas personas pueden encontrar positivo adherir una gran cantidad de elementos con el afán de construir una “marca fuerte” que pueda ser todo, hacerlo todo y ser para todos.
Sin embargo, es necesario recordar que la fortaleza está en ser reconocidos y recordados lo cual sólo se logrará a través de una buena definición de marca que sea palpable en la imagen que se desea transmitir, con lo que contar con un logo así como con acciones de comunicación simples, limpias y claras que reflejen la personalidad de la marca y a quien quiere llegar es la clave.
3.-Cambios constantes sin sentido
En un mundo tan cambiante y exigente es común ver marcas que cambian de imagen con la intención de llegar a nuevos nichos de mercado, reposicionarse o simplemente para refrescar su imagen.
Aunque esto no es malo, si debe ser una decisión que se tome con fundamentos sólidos y cuando se haya identificado que los beneficios de la evolución serán mayores a los riesgos que se corren al cambiar drásticamente.