El término brainstorming es el equivalente de lluvia de ideas, es decir, se trata de la técnica desarrollada por Alex Osborn en 1953, publicada en el libro “Applied Imagination”, enmarcada dentro de los procedimientos para generar propuestas, sobre todo en publicidad.
Sin embargo, en las condiciones inadecuadas, podría resultar en una pérdida de productividad para la compañía, por ello te presentamos los errores más comunes en esta práctica:
UNO. El método contempla que no deben ser mayor a 10 personas reunidas, que deben estar ahí con un mismo objetivo que debe cumplirse en un límite de tiempo; es decir, una mayor cantidad de gente derivaría en desorden y no tener un lapso definido, puede ser causa de pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo.
DOS. Las circunstancias adecuadas para que esta se desarrolle son claves, según Brian Mullen, de la Universidad de Siracusa de Nueva York. El autor coloca la razón por la que la lluvia de ideas no es efectiva en cualquier circunstancia, ya que dijo que “el brainstorming se popularizó en exceso, demasiado rápido, con el resultado de que en la mayoría de los casos era mal utilizado. Mucha gente saltó a él como si fuera la panacea, y luego se volcó en contra cuando los milagros no sucedieron”.
TRES. No se debe dejar de lado en ningún momento la creatividad, pues el 38.5 por ciento de los consumidores aseguró que influye mucho en la decisión de compra y es el objetivo final del la lluvia de ideas, una solución creativa.
Cabe mencionar que esta técnica puede ayudar en una etapa para solucionar un problema o generar ideas creativas para una campaña, pero no es la solución completa ante un dilema.