Internacional.- En el mundo real, tanto las personas como las empresas tienen que cuidar sus recursos: tiempo, dinero, personal, a fin de ser más productivos. Las grandes compañías invierten cientos de miles de dólares, o a veces millones de dólares, para mejorar sus procesos. Las pequeñas empresas, por supuesto, no pueden darse ese lujo.
Sin embargo, la mayoría de los expertos coinciden en algunos principios básicos para aumentar la productividad. Aquí te los presentamos.
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Estos son los 3 principios básicos para aumentar la productividad en tu pequeña empresa:
1. Selecciona a tus clientes. Como sabes, siempre habrá clientes que consuman más recursos que otros. Sin embargo, cuando los recursos de tu empresa son limitados, debes considerar a qué clientes les dedicarás más tiempo y, por lo general, deben ser aquellos que están produciendo para tu compañía. Comienza por revisar al 20% de éstos. Recuerda: es mejor tener al 100% de tus clientes contentos que ocupar el 100% de tu tiempo en mantener sólo al 80% de tus clientes contentos mientras que al 20% restante no.
2. En lugar de pensar en cómo hacerlo todo, mejor piensa en qué cosas debes dejar de hacer y cuáles son aquellas cosas que son obligatorias para tu empresa. Así, con tres listas: qué debo dejar de hacer, qué debo hacer y qué sería bueno que hiciera, podrás limitar tu tiempo y dirigir tus esfuerzos en las cosas más importantes. ¿Cómo definir cuál será más importante? Depende de qué cosas están redituando y cuáles no. Por supuesto, es mejor quitar las que no.
3. Revisa aquellas cosas en las que tu compañía está gastando dinero, ¿son realmente necesarias? Quizá el transporte que usas para tus empleados sea innecesario (sólo el 20% lo usa) y muy caro, o tal vez en tu compañía se están acumulando artículos que nadie usa y que están ocupando espacios que podrían ser más “productivos”.
Por último, recuerda que la forma en que manejes los recursos siempre va a tener un impacto en la productividad, ya sea positivo o negativo. Paul J. Meyer decía: “La productividad nunca es un accidente. Es siempre el resultado de un compromiso con la excelencia, la planificación inteligente y centrada en el esfuerzo”.