VƔmonos al grano:
Consejo No. 1: Piensa en el cliente primero, no pienses en la empresa.
El error mĆ”s grande que se puede cometer cuando se estĆ” pensando en el diseƱo de un programa de lealtad, es pensar en la empresa en primer lugar: que el programa no cueste mucho dinero, que no haya mucha redenciĆ³n de premios, que se expiren la mayor cantidad de puntos posible, que el cliente no lo use mucho, entre otros errores comunes.
Si se parte con estas premisas para diseƱar un programa de lealtad, es muy probable que los objetivos para lo cual serƔ creado no se alcancen. Evidentemente, se tiene que pensar en cuidar de los intereses de la empresa y de maximizar la rentabilidad.
El programa de lealtad bien diseƱado y bien operado, traerĆ” de vuelta los beneficios cumpliendo los objetivos para lo cual fue creado. Mayores ventas, menores costos de adquisiciĆ³n / retenciĆ³n y mĆ”s clientes leales a la marca.
Es fundamental que el diseƱo del programa inicie desde el cliente. El cliente en el centro entendiendo que es lo que quiere, que es lo que valora de la marca y que intereses lo mueven para modificar hƔbitos de comportamiento.
Hay varios ejemplos de lo anterior. El caso de las membresĆas en los clubes de precio. El cliente lo que busca es un surtido relevante, precios competitivos, tiendas limpias y con buena experiencia de compra y un tratamiento diferenciado.
Esto lo hacen: Costco, Samās y PriceSmart por decir algunos. Por eso el cliente estĆ” dispuesto a pagar dicha membresĆa y tener acceso. Otro ejemplo es Amazon Prime. El cliente busca tener mejores tiempos de entrega, ademĆ”s de tener un contenido diferenciado que le de valor a su membresĆa.
Consejo No. 2: Emociones mƔs que Razones
La tentaciĆ³n de caer en el reconocimiento transaccional es muy grande. Es lo que buscan las marcas: reconocer a los clientes que mĆ”s gastan en ellas y que por eso, estĆ”n dispuestas a regresarle algo a cambio en forma de recompensa.
Pero esta formula ademƔs de estar muy gastada, no genera lealtad de largo plazo. Pudiera generar compras repetitivas que no significan lealtad. En cuanto estos clientes reciban algo mƔs atractivo por parte de la competencia, seguramente y con un alto porcentaje de probabilidad, se van a ir.
Hay que buscar crear ese vĆnculo emocional que apegan a las personas con las marcas. Sentido de pertenencia, identidad, exclusividad, de tratamiento especial, de ser escuchado, indulgencia, nostalgia, entre otras emociones. Hay muchas marcas que lo han logrado hacer de forma muy exitosa: Apple, Lego, BMW, Harley Davidson, Disney, Coca Cola, entre otras.
Apple: logro crear que el cliente la considere como parte de su dĆa a dĆa.
Lego: Logro crear un sentimiento de nostalgia.
Ben & Jerryās: Esta marca logra crear un sentimiento de indulgencia
Fuente: MBLM Brand Intimacy study
Consejo No 3: Hazlo parte del dĆa a dĆa del cliente
Si el programa de lealtad quiere estar en la cabeza del consumidor tiene que estar presente todos los dĆas. Si hacemos un recuento de cuantas marcas estĆ”n en el top of mind de las personas porque las consumen todos los dĆas, son pocas: marcas de pasta de dientes, marcas de alguna soda, el auto que usa, el celular que tiene, entre otros ejemplos.
Lo logran hacer, porque estĆ”n en el uso diario. Pero la mayorĆa de los programas de lealtad no estĆ”n en el uso cotidiano de los clientes: Un ejemplo claro son los programas de viajero frecuente. Ā
Algunos programas de viajero frecuente tratan de estar en el dĆa a dĆa de las personas, pero al final, el posicionamiento de esos programas seguirĆ” siendo el mismo, relacionado con viajes, y los clientes difĆcilmente los usarĆ” en su cotidianidad y no lograrĆ”n el top of mind.
Si la marca que desea implementar un programa de lealtad no representa un uso cotidiano, deberƔ buscar aliarse o juntarse con otra marca relacionada que si lo haga y juntos diseƱar algo en conjunto.
En este sentido, los programas de lealtad de coaliciĆ³n son un claro ejemplo de juntar cotidianidad con aspiraciones. Dentro de los ecosistemas creados en los programas de coaliciĆ³n, estĆ”n marcas de uso cotidiano como lo puede ser gasolina, supermercados o marcas de comida rĆ”pida, y marcas aspiraciones que no son de uso diario, pero representan un gasto importante por parte del consumidor. Juntando estos dos elementos, se puede tener mayor Ć©xito en cumplir con los objetivos del programa de lealtad.