Para los amantes y conocedores del rock, el nombre KISS es sinónimo de leyenda. Es una de las bandas más longevas del presente panorama musical y su discografía abarca 20 discos de estudio desde su debut en 1974 y muchos más entre álbumes en vivo y recopilatorios. Su bajista, Gene Simmons, además de ser la imagen icónica del grupo con su diabólico maquillaje de demonio-vampiro y su larga lengua, es un hombre que desde pequeño sabía lo que quería: ser famoso, tocar rock n´ roll y ser millonario. Y todo lo hizo.
Las tres facetas las ha logrado gracias a la banda que además de ser referente del rock lo es también de la mercadotecnia: KISS posee más de 3 500 artículos oficiales, entre los cuales podemos encontrar: sarcófagos, máquinas de pinball, chupones para bebés, decoraciones navideñas, parrillas, sábanas, lámparas, candelabros, cortinas, playeras, preservativos, perfumes, cómics y muñecos de colección.
“El imperio de KISS en realidad ha sido posible de alcanzar gracias a que es monstruo del marketing. Lo lamentable es que muchas bandas hayan descuidado esa parte, el hecho de que lo que en realidad hacemos nosotros es ‘el negocio de la música’ y no ‘música’, algo que nosotros entendimos desde el principio”, dice Gene Simmons.
Nada de ello sería posible sin la visión de emprendedor de Simmons, un hombre que siempre ha manifestado una confianza tremenda en sus capacidades y visión de negocio. El demoniaco bajista que en cada show escupe fuego y sangre mientras sus fanáticos lo vitorean, tiene consejos muy valiosos que darle a todo aquel que quiera enfrentarse al mundo con negocios propios y el sueño de triunfar en ellos. Presta atención a las palabras de Simmons, un demonio que hizo pacto con el rock para triunfar y lograr la inmortalidad:
LOS CONSEJOS DE GENE SIMMONS
“Tú eres tu currículum, por lo que es mejor caminar con la espalda recta, mirar a las personas a los ojos y, si no estás seguro de ti mismo, fingir. Es la única manera de sobrevivir”.
Si tienes confianza en ti, puedes llegar muy lejos, la cuestión es estar seguro de que lo que tienes entre manos no se parecen a nada de lo que hay en el mundo exterior. Y sí, cuando la ocasión lo amerita, muestra una confianza ciega en lo que dices aunque tengas ciertas dudas. Si juegas bien tus cartas, nadie tiene por qué enterarse.
“Yo era un lector voraz y todavía lo soy. He leído todo tipo de cosas que no me interesan y ahí radica algo importante: con el fin de aprender algo, especialmente algo nuevo, tal vez sea en lo que no estés interesado”.
Siempre hay información valiosa a la que debes estar atento para descubrir alguna nueva idea. No deseches nada, porque en los sitios menos esperados siempre hay alguna oportunidad que estaba esperando por ti para ser descubierta. Ahí radica la habilidad de los emprendedores para ver lo que otros sin incapaces de descubrir.
“Yo fracaso todo el tiempo, pero eso no significa nada. En 1929 el mercado bursátil se caía a pedazos y la gente saltaba de los edificios a pesar de que gozaban de buena salud y de la capacidad para volver a generar dinero. Mi madre, que sobrevivió a los nazis, me enseñó que si uno está vivo, con eso ya ganó”.
Valora todo lo que tienes y haz de ello tu principal fortaleza. Si tienes un cerebro, dos manos y dos piernas, más un enorme corazón que cree en sí mismo, tienes todo para llegar tan lejos como quieras. Solo trabaja, planea y detecta las oportunidades. Tal vez fracases. Sí, es posible. Pero también hay momentos para triunfar.
Hazle caso al buen Gene Simmons.
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