Uno de los conceptos fundamentales en el marketing tradicional y digital es la segmentación de mercados, este proceso consiste en dividir el mercado total de un bien o servicio en varios grupos más pequeños e internamente homogéneos. Esta técnica es utilizada por las marcas con el objetivo de conocer realmente a los consumidores y sus resultados suponen uno de los elementos decisivos en el éxito de una estrategia de marketing.
De acuerdo con un reporte firmado por Forrester, el 44 por ciento de los mercadólogos utilizan variables demográficas para crear ofertas personalizadas, mientras sólo el 48 por ciento utiliza datos basados en el comportamiento del target para optimizar sus modelos de segmentación de mercados.
Para obtener resultados óptimos las marcas integran tres conceptos claves en su estrategia de segmentación de mercados. ¡Conócelas!
1. Características demográficas. El sexo, la edad, el ingreso, la ocupación, el nivel educativo, la religión, la nacionalidad y la clase social, etcétera, son algunas de las variables de segmentación ideales para estimar con mayor precisión la reacción que producirán los bienes, servicios o productos entre los consumidores.
2. Características psicográficas. El análisis de la personalidad y el estilo de vida son piezas claves en el campo del marketing. Entre los principales campos de aplicación de la personalidad encontramos el desarrollo de la psicografía y su utilización para definir mercados meta, este concepto parte de la premisa que los mercados son heterogéneos y es muy difícil dirigirse a ellos con un único producto o plan de marketing, por ello se debe localizar grupos de individuos que manifiesten patrones de comportamiento homogéneos y desarrollar enfoques apropiados a uno o varios de esos grupos.
El análisis de la personalidad responde en el concepto de la segmentación de mercados como la subdivisión de un mercado heterogéneo en grupos homogéneos de consumidores. Como complemento, el análisis del estilo de vida se manifiesta en el comportamiento de compra y consumo, de forma que configurará un consumo característico para cada estilo de vida que podamos diferenciar en los mercados.
3. Hábitos de consumo. En el marketing los hábitos se refieren al comportamiento y costumbres del consumidor, entre las variables a estudiar se deben considerar el grado de uso del producto, la frecuencia de compra, la lealtad del producto y la sensibilidad.