Santiago, Chile.- Podría haber utilizado verbos como “aniquilar” o “destrozar” en vez de superar y probablemente habría atraído la atención de muchos. Pero eso implicaría el primer error que se comete en marketing: centrar la atención en el otro y no en lo propio. Superar está más cerca de “superar-se”.
Otra bonita frase para titular habría sido “El amante (o la amante) jamás se compara con el esposo (o la esposa) y vice versa” y nadie habría entendido nada. Pero no te equivoques, se puede hacer un paralelo perfecto y es necesario tener en cuenta qué significa.
Tu marca tiene dos opciones: ser la esposa o ser la amante. Todo obedecerá al minuto en que el público la conoció, si fue la primera, la que siempre estuvo a su alcance o si fue la nueva, la que entrega otras emociones. La lealtad dependerá de cuál de las dos mantenga la atención del usuario. Y en este caso, no vale repetir lo que hace la competencia, sino que concentrarse en mejorar el producto y creatividad con que éste se expone. Aquí entonces, aparece la primera clave: no compararse con la competencia, sino que mejorar las propias características o la forma en que se las muestra.
Una vez que tienes claras tus ventajas- sí, son ventajas comparativas- tienes que mostrarlas. (Cuando entré por primera vez como Anglo Label Manager a una discográfica multinacional, una de las personas con más experiencia, me dijo algo que recién ahora entiendo como acción fundamental y que entonces me parecía de mal gusto: “no sólo tienes que poner el huevo, sino que también aletearlo”) Si muestras y potencias lo mejor de tu marca, es claro que el público que busca esas características- y los curiosos, por rebase-, se acercará con mayor facilidad. Si no las conoce, llegar a ti le tomará más tiempo del que tú requieres. Segunda clave: promociona lo mejor de tus productos o servicios y enfócate en ello.
La tercera clave tiene que ver con la presencia. Necesitas estar en todas partes. Si dispones de un buen presupuesto, utiliza todos los medios que estén a tu alcance a la vez, para crear una presencia constante. Si no puedes llegar a la televisión, elige el marketing de guerrilla y todo lo que te fije en la mente del público. Con creatividad, puedes hacerlo.
Finalmente, las tres claves se resumen en una: tu producto es lo que tienes, es lo más importante y debes centrar todos los esfuerzos en él. Bastante obvio ¿no?, pero más de alguna vez lo olvidamos.
No pierdas tiempo, ni energía con la competencia. Donde pones la atención, más de eso es lo que obtienes. No me creas, pruébalo.