Tanto si es una realidad constante como si solo trabajo desde casa algunos días al mes, tener esta oportunidad tiene sus grandes ventajas, pero también sus desventajas. Y es que llevar a cabo los proyectos laborales en un ambiente como el hogareño, donde las posibles distracciones son numerosos, requiere de gran disciplina y concentración. Pero además, estas tres claves pueden ayudar a lograrlo.
#1 – Un ambiente de trabajo “productivo” es importante
Para ser productivo en casa es necesario tener un espacio de trabajo que provea todo lo que necesita para ello. Una forma de identificarlo es imaginarse que llega alguien a casa y al ver esta zona piensa que se encuentra en una oficina de una empresa cualquiera. Para lograrlo, arregle el espacio que necesite, desde una buena silla al servicio adecuado de internet. Pero además, debe mantenerlo ordenado y limpio para no perder tiempo buscando lo que necesita.
#2 – Vístase para ‘ir a trabajar’
Puede que vestirse como si se tuviese que trasladar a una oficina pueda parecerle demasiado, pero es necesario para colocar su mente en modo “trabajo” lo que a su vez redunda en la productividad. Es cambiar su actitud al asumir su rol de trabajo a través de la vestimenta. Es como un actor preparándose para su personaje y funciona para que le mente sienta la diferencia entre estar en casa y estar trabajando.
#3 – Planifique su trabajo
Para ser productivo se necesita tener un plan, especialmente cuando se trabaja desde casa. Son muchas las distracciones que pueden sabotear la productividad. Por ello, lo primero que se debe hacer al comenzar el día de trabajo en casa es marcar los objetivos a lograr durante la jornada, así como cuanto tiempo se dedicará al trabajo, lo que incluye si se harán descansos, el tiempo para comer, además de otras actividades que puedan necesitarse hacer. Al planificar su día, puede mantenerse enfocado y maximizar su productividad.