El marketing político estuvo en esplendor durante las campañas de Donald Trump y Hillary Clinton por la presidencia de Estados Unidos. Al final el magnate resultó vencedor, gracias a por lo menos tres claves:
REDES SOCIALES. El republicano utilizó Twitter como un medio para contactar directamente a los votantes, algo que le sirvió para generar engagement y lo catapultó al éxito. Aunado a esto, su equipo logró salvar del caos al ahora presidente de Estados Unidos, gracias a que días antes de los comicios, le retiraron el acceso a su cuenta en la red social de los 140 caracteres.
ENCUESTAS FALLIDAS. Hasta horas antes de la realización de la elección 2016 en los Estados Unidos, distintos sondeos publicados por los más grandes medios de comunicación de ese país hablaban de un triunfo (ajustado, es cierto), pero prácticamente seguro de Hillary Clinton, la estrategia mediática no funcionó para la demócrata y Trump aseguró el triunfo en la práctica.
REPUTACIÓN. Su estrategia con las mujeres fue exitosa, incluso si fue tachado por machismo y discriminación, la mala reputación de Hillary Clinton, por el caso de los correos electrónicos y la investigación del FB, llevó a Trump a ganar Florida gracias a cubano-americanos y a conquistar a las mujeres, una encuesta de ABC descubrió que 40 por ciento de mujeres que dijo votar por Donald Trump era de raza blanca sin grados académicos universitarios.