McDonald’s: una cabeza de pollo empanizada
Este caso involucra a Katherine Ortega, una mujer norteamericana que les compró a sus hijos comida de McDonalds. Al servirles las piezas que le correspondían a cada uno, notó una pieza se veía… chistosa. Al examinarla de cerca se percató que tenía pico y ojos. Ella asegura que era la cabeza de un pollo.
¿Qué hizo McDonalds?
La empresa no pudo decir nada al respecto pues parece ser que no se le permitió ver la pieza. Katherine fue directo a los medios a denunciar lo que le había sucedido. La historia tuvo tal controversia que ha aparecido en columnas, notas de periódico y televisión.