El reciente estudio de Euromonitor titulado “Las 10 principales tendencias globales de consumo para 2019” enfoca su atención en lo que ellos creen que rápidamente ganarán terreno en el consumo, así como las perspectivas sobre los cambiantes valores así como prioridades del consumidor, al tiempo que se explora la forma en la que se desplaza su comportamiento afectando a los negocios a nivel global.
Siendo uno de las 10 tendencias, el “regreso a lo básico”, esto significa que los consumidores están rechazando los productos genéricos y fabricados en masa; por lo que durante el año que recién empieza se dará a preferencia a los productos posicionados como más simples, de vuelta a lo básico y de mejor calidad, con un nivel de estatus implícito.
Desde aquellos que buscan alimentos hiperlocales, experiencias de glaming de eco-lujo, licores y cervezas artesanales, alimentos para bebé hechos en casa así como mercancías de belleza artesanales, entre otros.
“Los consumidores están buscando productos auténticos y diferentes, además de experiencias que les permitan expresar su individualidad. El terruño ya no se limita a vinos y café, sino que se está volviendo una característica cada vez más importante a medida que crece la sofisticación y expectativas del consumidor”, refiere el informe.
Esto significa que el cambio de valores del consumidor favorece a la autenticidad; y es que la globalización ha permitido que más productos se conviertan en commodities, generando un paradigma gracias al cual los consumidores saben que pueden contar casi con cualquier producto casi desde cualquier lugar y momento.
Hiperlocales.
Los consumidores en economías desarrolladas, sostiene Euromonitor International, están reevaluando sus hábitos de gasto, pasando de un evidente materialismo a la simplicidad, autenticidad e individualidad.
Las tendencias en alimentos y bebidas reflejan claramente el regreso a lo básico por un tema de estatus. La popularidad de los alimentos hiperlocales está creciendo por diversos motivos, mismos que incluyen el apoyo a los negocios locales, la mayor frescura de los alimentos, mejor sabor, reducción del impacto ambiental, entre otros.
Por tal motivo te presentamos tres campañas que ejemplifican esta tendencia.
1. Tito’s Handmade Vodka (Estados Unidos)
A pesar de que los licores producidos por micro destilerías se han vuelto cada vez más frecuentes en una multitud de mercados maduros, la tendencia se inició en los Estados Unidos, y es allí donde se encuentra más desarrollada.
La firma Tito’s Handmade Vodka, comenzó a ganar popularidad hasta tal grado que el año pasado se convirtió en una de las marcas de este licor más vendido en el vecino país del norte, además de ser exportada a todo el mundo.
Con sólidos cimientos en Austin, Texas, se trata de un claro énfasis en su proceso de producción artesanal así como una importante historia e identidad que destacan la capacidad de emprendimiento de su fundador Bert Beveridge, el crecimiento de esta marca es un reflejo de la demanda de productos auténticos basados en un sentido de pertenencia.
.@myhaam is making the world a better place, one musician at a time. Watch the full story and learn how this organization provides low-income working musicians with access to affordable health care at https://t.co/PUswOUV6uW. #LoveTitos pic.twitter.com/sC7RErwKym
— TitosVodka (@TitosVodka) 15 de enero de 2019
Mauritius Conscious (Mauricio)
La tendencia de regresar a lo básico por un tema de estatus también se manifiesta en la industria de los viajes. Desde 2016, Airbnb ofrece experiencias que reflejan el deseo de viajes más auténticos como alternativa a los paquetes vacaciones.
Una de ellas es Mauritius Conscious, quien ofrece experiencias de viaje personalizadas en Mauricio, con un enfoque local, mismo que resalta la importancia de un viaje amigable con el medio ambiente. Este proveedor de turismo sostenible ofrece experiencias de gamping ambigable con el medio ambiente, con opción a saborear la comida y bebida local, conocer personas, sumergirse en la cultura de la isla, que además se asegura no se produzcan daños al medio ambiente.
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Delhaize (Bélgica)
Los consumidores que desean regresar a lo básico por un tema de estatus demandan cada vez más la comida hiperlocal. En Bélgica un minorista encontró un enfoque radical para satisfacer la demanda; desde 2017, Delhaize ha reducido las “millas alimenticias”, refiere Euromonitor, de muchas de sus frutas y vegetales a casi cero en una de sus tiendas al añadir a sus instalaciones una granja urbana.
En este espacio se producen alimentos como tomates, lechuga, entre otras; la producción fresca se cosecha en la mañana y se lleva a la tienda para las compras de día.
Aunque en la actualidad solo se hace a pequeña escala, este tipo de solución de uno de los minoristas más grandes del país europeo, muestra que los fabricantes están reconociendo la creciente demanda de alimentos frescos e hiperlocales con un bajo impacto al medio ambiente.