La posibilidad de que la multinacional Sony se anticipe a recuperar los derechos de autor de varios temas de los Beatles obligó a que el músico Paul McCartney entablara una demanda en su contra.
Con ella espera recuperar los derechos sobre 267 canciones que compuso entre 1962 y 1971 con el legendario cuarteto de la ciudad inglesa de Liverpool, los cuales perdió en 1985 ante el cantautor Michael Jackson en el marco de una subasta.
Luego de su fallecimiento en 2009, McCartney reinició su lucha por recuperar los derechos, la cual se sustenta en la interpretación de una ley estadounidense que permite que los autores que vendieron la propiedad sobre su música antes de 1978 tengan oportunidad de recobrarlos después de 56 años, según reportes de Bloomberg y AP.
Sin embargo, Sony cuenta con un antecedente a su favor muy similar, de acuerdo con el diario Economía Hoy: apenas en diciembre, el grupo inglés Duran Duran perdió un proceso contra EMI luego de intentar la recuperación de los derechos de autor sobre sus primeros tres álbumes.
Canciones como “Hey Jude”, “Let It Be” o “Yesterday” están en el conjunto de las canciones en disputa, y muchas de ellas aún generan regalías debido a que continúan siendo reproducidas en películas, e incluso en las estaciones de radio de todo el mundo.
De acuerdo con el abogado Jeffrey Kobulnick, la victoria de McCartney en este caso podría generar acuerdos de mayor lucratividad sobre las canciones de la legendaria agrupación de los 60.
Otra especialista en el tema, Lisa Alter, afirma que la recuperación de los derechos de autor de estas canciones en los Estados Unidos representaría volver a tener el control de la mitad de los derechos internacionales sobre esos temas.
Tan solo en ese mercado, la Asociación de la Industria Discográfica de los Estados Unidos (RIAA, por sus siglas en inglés) estima que los álbumes The Beatles (también conocido como el ‘white album’) y The Beatles 1967-1970 han vendido 19 y 17 millones de copias, respectivamente, desde el año de su lanzamiento.
Así, se espera que este paso dé comienzo a una gran batalla dentro de la industria musical, la cual puede tener enormes repercusiones sobre la forma en la cual se comercializa actualmente mucha de la música creada durante las décadas de 1960 y 1970.
Se trata, en buena parte, de algunos de los álbumes más valiosos de la historia. Y no es una exageración. Basta con mencionar que un vinilo del álbum The Beatles que perteneció al baterista Ringo Starr fue vendido en 790 mil dólares a finales de 2015, lo cual lo convirtió en el más caro de la historia en su tipo.