No poder hacer frente a los problemas financieros desencadenados por no apegarse a las innovaciones tecnológicas o problemas internos de la compañía, así como un incumplimiento en sus metas estipuladas, desencadenan que una marca admita que está en bancarrota. Esto representa un problema que requiere de acciones enfocadas en sobresalir ante la dificultad.
El caso que sobresale dentro del tema son las recientes declaraciones de Aéropostale, la cual está oficialmente en quiebra, por lo que tiene planeado cerrar más de 150 tiendas debido a que no pudo adaptarse a los gustos cambiantes de los consumidores y el constante auge de firmas como Forever 21 o H&M.
Al considerar el caso, la actualización con base en tecnologías y estudios es vital con el fin de no quedarse atrás en un mercado que está cada vez más competido, de forma que, las que recurren a estos recursos, logran empatan sus movimientos con los gustos del consumidor.
Es necesario destacar que no todas las compañías que caen en bancarrota desaparecen del mercado, pues algunas logran sobresalir con estrategias que mantienen su giro, al mismo tiempo en el que se innovan. Un ejemplo de esto es Marvel, la cual se declara en este estado en la década de los 90’s y que ahora es una de las compañías más sobresalientes de la industria de los comic a mano de multinacionales como Disney.