En el transcurso de doce meses, el dólar estadounidense pasó de costar casi 15 pesos a más de 17, en un año en el que nuestra moneda llegó varias veces a mínimos históricos frente a la divisa del país vecino. La última de ellas el pasado 11 de diciembre, cuando el dólar llegó a costar 17 pesos con 70 centavos en las ventanillas de los bancos.
Entre las principales razones para la devaluación del peso se encuentran el derrumbe de los precios petroleros, la especulación ante la expectativa de la normalización de la política económica estadounidense, y la recuperación misma de la economía de Estados Unidos, que ha favorecido el fortalecimiento de su moneda. Y es que cualquier movimiento de ocurra al otro lado de la frontera tiene enormes consecuencias en nuestra economía, que depende en gran medida de la Unión Americana.
La pérdida de valor que ha sufrido el peso en el último año es posiblemente una de las mayores de su historia. Desde mediados de 2014 a la fecha, la caída acumula ya más de un 30 por ciento, y si nos vamos un poco más atrás en el tiempo, al inicio de la actual administración, puede que nos llevemos las manos a la cabeza. En diciembre de 2012 el dólar costaba 12 pesos con 93 centavos. Una diferencia de casi 5 pesos en tres años.
Como en todo, frente a la devaluación del peso existen pros y contras para unos y para otros. Los principales beneficiados de un dólar fuerte son las empresas exportadoras, las que tienen operaciones en Estados Unidos y el sector turístico que recibe divisas de los visitantes extranjeros, de la misma forma que las personas que reciben mes a mes los dólares que les envían sus familiares en el país vecino.
Pero para aquellas empresas que tienen deudas en dólares, la situación es muy contraproducente, así como para las que dependen de las importaciones para sus procesos productivos. Los consumidores mexicanos también perdemos, pues mucho de lo que compramos se encarece.
Pese a todo, puede que 2016 no sea tan desastroso para nuestra moneda como lo fue 2015. Algunos analistas, como Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, prevén que el peso podría apreciarse hasta un nivel de 15.50 pesos por dólar, mientras que la iniciativa privada, en voz del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) estima que el billete verde rondará los 16.50 pesos.