Hay una diferencia entre ser líder y jefe, ya que el primero moviliza a una persona en momentos que de incertidumbre y los encamina en diferentes tareas con el fin de obtener los mejores resultados para el equipo. En cambio, un jefe no trabaja de forma proactiva con su equipo. No sólo en la industria de la mercadotecnia es importante que un grupo de trabajo labore en conjunto con la persona que está al frente, pues esto trae diferentes beneficios para la compañía.

Bajo este panorama el término “jefe” así como las actitudes que esto engloba quedan obsoletas al contemplar los diferentes beneficios que trae ser un líder. Hay que destacar que no sólo existe un tipo de ellos, ya que de acuerdo con el libro “Las 8 dimensiones del Liderazgo” de Jeffrey Sugerman, Mark Scullard y Emma Wilhelm de Editorial Patria, señalan que existen ocho variaciones de ellos.

1. Vanguardista: se caracterizan por impulsar a que el equipo de trabajo emprenda nuevas acciones con el fin de crecer, explorar y ampliar sus horizontes.

2. Energético: tienen la virtud de generar entusiasmo por diferentes actividades, a igual son optimistas, lo cual contagian al grupo de trabajo e impulsa las relaciones laborales.

3. Exhortador: son positivos y sobresalientes, al igual son buenos creando un espíritu colectivo. Al igual reconoce los esfuerzos de cada miembro en el equipo y les reitara su importancia dentro del mismo.

4. Incluyente: tienen una alta sensibilidad en las necesidades del equipo, debido a que son buenos escuchando y comprendiendo la situación de las personas del grupo. También crean una atmósfera de colaboración y comprensión.

5. Modesto: un líder así se distingue por reconocer sus logros y también sus malos pasos, dar crédito a quien se lo merece y mantener su ego bajo control para que no perjudique sus relaciones laborales.

6. Deliberado: analizan problemáticas a fondo con el fin de proponer soluciones viables, por lo cual garantizan una dirección confiable y organizar, lo cual da paso a una reducción importante de errores.

7.Resuelto: su virtud principal es determinación, al igual son persistentes, lo cual hace que los miembros del equipo se abran ante nuevas posibilidades, más si se atraviesan tiempos complicados.

8. Dominante: se caracterizan por ser directos en sus mensajes y al mismo tiempo decisivo. También toman las riendas de problemas referentes a la organización, asimismo proyectan una imagen segura.