¿Eres de los que siente que el costo de la vida es cada vez más caro? Según el gobierno, estás equivocado, y mucho, pues la inflación anual en México llegó a un nuevo mínimo histórico al ubicarse en 2.27 por ciento durante los primeros quince días de noviembre. Se trata del nivel más bajo desde que se lleva registro de este indicador.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) que mide los niveles inflacionarios en el país, subió sólo un 0.52 por ciento durante la primera quincena de noviembre, una cifra que sorprendió a los analistas.
La inflación subyacente, que es el dato de la inflación sin tomar en cuenta a los precios de los bienes y servicios más volátiles de la economía como los energéticos y los bienes agropecuarios, es de 2.35 por ciento, según cifras publicadas por el INEGI.
Si el aumento de precios es tan bajo, entonces ¿por qué la gente percibe que el precio de la vida en general ha subido? se lo preguntamos a Arnoldo López Marmolejo, Economista principal del banco BBVA Bancomer, quien en entrevista para Merca2.0 explicó que la medición de la inflación se realiza con base en la encuesta sobre gastos e ingresos que realiza el INEGI cada dos años, por lo que no se encuentra actualizada con respecto al gasto promedio actual de la gente. “Puede que la gente ahora gaste de forma un poco distinta, y esto puede ser porque se mide la canasta de hace dos años, pero existen planes para cambiar esta encuesta y realizarla trimestralmente”.
Otro factor que puede incidir en esta inconsistencia entre la percepción de la población y los datos oficiales, de acuerdo con el economista, es que existe una cantidad importante de la población ocupada que se encuentra laborando en la informalidad, en donde no se realizan ajustes salariales “por lo que estas personas sí están perdiendo poder adquisitivo”, a diferencia de las personas que tienen un trabajo formal, que en opinión de López Marmolejo, sí se beneficiaron del aumento de 2 pesos con 71 centavos al minisalario, que realizó la Comisión Nacional de Salarios Mínimos a principios de 2015, pues se trató de un incremento por encima de la cifra de la inflación, con lo cual este grupo poblacional “ganó poder adquisitivo”.
Uno de los motivos principales para que la inflación se mantenga baja, indica López Marmolejo, es que los precios en la telefonía móvil tuvieron una caída del 9 por ciento, que resultó una sorpresa para todos los analistas. Esta baja en los precios es, según el economista, producto de una mayor presión competitiva, que a su vez ha sido originada por la reforma en Telecomunicaciones llevada a cabo por el Gobierno Federal.
Nuestro entrevistado también señaló que, aunque en este momento la inflación está en mínimos históricos, y lejos también del objetivo del Banco de México -que es de 3 por ciento con un rango de error de un 1 por ciento – “creemos que no se va a mantener mucho tiempo, y en 2016 subirá a un 3.3 por ciento, cifra que está más cerca del objetivo del banco central”.