Tres banqueros de nivel medio de Goldman Sachs se fueron del grupo financiero para tomar empleos en Uber. 

Según reporta la agencia Reuters, los tres ejecutivos son los últimos de una gran lista de personal de Wall Street que se han ido a trabajar a startups de Silicon Valley, en donde pueden trabajar con horarios más flexibles y en ocasiones cuentan con el beneficio de obtener acciones de las compañías, lo cual hace a esas ofertas laborales difíciles de resistir.

A las compañías tecnológicas les conviene tener entre sus filas a personas con experiencia financiera, sobre todo cuando se preparan para cotizar en la bolsa de valores o para buscar inversionistas.

Actualmente Uber tiene un valor de mercado de 51 mil millones de dólares y se espera que se estrene en la bolsa de Nueva York en los próximos 18 meses. Hasta el momento ha conseguido financiamiento por 7 mil 400 millones de dólares y es, de acuerdo con Statista, la startup más valiosa del mundo.

Goldman Sachs, por su parte, ya ha perdido a varios empleados ante startups y otras compañías y según Reuters, ha comenzado a implementar planes para retener talento, sobre todo al nivel junior, analistas y asociados, que incluyen ascensos más rápidos.

A principios de este año Ruth Porat, directora de finanzas en Morgan Stanley, tomó un puesto similar en la matriz de Google, Alphabet. Otro ejemplo relevante es Michael Evans, ex director para Asia de Goldman Sachs, que se convirtió en presidente de la firma de comercio electrónico china Alibaba el pasado agosto.

La retención de talento es un aspecto crítico que todas las compañías deben tomar en cuenta. De acuerdo con un estudio de la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos (SHRM por sus siglas en inglés), “las organizaciones que ignoran la importancia de la retención de talento podrían estar plantando sin darse cuenta las semillas para la pérdida de trabajadores de alto valor. Además, en todos los negocios se está experimentando una escasez de talento, especialmente de empleados con competencias altamente especializadas”.

A ello hay que agregar el costo que tiene la partida de un trabajador, que puede resultar en grandes pérdidas para las empresas por concepto de compensaciones, además de la inversión que éstas necesitan hacer en contratar y capacitar a nuevo personal.