México, D.F.- Los competidores contraatacan o duplican con facilidad algunas estrategias como la reducción de precios, la más sencilla de aplicar. Un ajuste al precio se copia en minutos.

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Sin embargo, estrategias que tienen que ver con el servicio, la imagen fuerte y positiva de una empresa se van construyendo con el tiempo, por lo que son difíciles de replicar de un momento a otro.

De acuerdo con el libro errores y aciertos del marketing, de Robert F. Hartley, una buena imagen de compañía o marca es difícil de igualar porque suelen ser el resultado de varios años de buen servicio y clientes satisfechos.

Un claro ejemplo, dice el autor, es McDonalds a quien parecía sencillo de imitar los grandes controles y las normas de calidad, pero se hizo evidente que no era así ya que ninguna empresa lo hizo satisfactoriamente sino hasta los años recientes.

Las estrategias y operaciones más difíciles de imitar no son la innovación ni las que se realizan con una gran investigación y parecen más complicadas. De lo contrario, son las más sencillas, atender mejor, satisfacer a los clientes y efectuar las operaciones triviales con alegría y eficiencia.