Con esta entrega finaliza la lista de pequeñas cosas en las que no siempre se piensa a la hora de asistir a una entrevista de trabajo, pero que de no ser tomadas en cuenta, pueden influir de forma negativa en la decisión de quienes escogen al candidato idóneo para ocupar una plaza determinada.
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Entre estas pequeñas cosas que pueden afectar la posibilidad de ser contratado se encuentran:
1. El color de tu ropa
Una encuesta de CareerBuilder, realizada entre 2.099 gerentes de personal y recursos humanos, señala que el azul y el negro son los mejores colores para lucir en una entrevista, mientras que el naranja es el peor.
los colores conservadores, como gris, negro, marrón y azul son apuestas seguras para una primera impresión profesional, mientras que el naranja, por ejemplo, muestra creatividad y puede ser demasiado llamativo, al igual que el rojo que al ser el color más poderoso no debe usarse a menos que se quiere brillar más que el entrevistador, lo cual no es buena idea si se trata de conseguir el trabajo.
En todo caso, dependerá de puesto al que se esté optando y a la cultura de la compañía.
12. Miradas al teléfono o al reloj
A pesar de lo inofensivo que pueda parecer, la gente nota cuando se mira la hora o el teléfono móvil, aunque se haga furtivamente y además lo que menos se desea es dar la impresión de que no se está concentrado en la conversación. Así que evítelo a toda costa. Ni siquiera tenga a la vista su teléfono móvil, resulta una falta de respeto para con el entrevistador.
13. Sentarse antes de que se lo ofrezcan
Muestre respeto por el espacio de entrevistador y espere a que le ofrezcan asiento, o a que se siente él primero. Una vez sentado, mantenga la espalda erguida y trate de ocupar tanto espacio de la silla como le sea posible. No se encoja ni baje los hombros. Mantenerse derecho, le hará lucir más seguro.
14. Adecúe sus respuestas con base en la edad de su entrevistador
Diferentes generaciones, conectan con distintos valores, así que al toma en cuenta la edad de su entrevistador, puede adecuar su respuesta para darle lo que buscan.
Con algo de práctica e investigación, se puede estar preparado para saber y usar los elementos más apropiados para identificarnos con el entrevistador.
15. Lo que hagas con las manos
Los autores del libro “Crazy Good Interviewing: How Acting A Little Crazy Can Get You The Job” también señalan que es importante saber que se demuestra con las diferentes posiciones de las manos. Para hacerlo o dejar de hacerlo, según lo que se requiera.
- Mostrar las palmas de las manos indica sinceridad.
- Mantener las palmas de la mano hacia abajo, es señal de dominancia. No de la mano de esa forma cuando asista a una entrevista.
- Crear un triangulo con juntando las puntas de los dedos de ambas manos, es una
- Esconder las manos, que no estén a la vista del entrevistador, es un signo de que se tiene algo que esconder.
- Tamborilear con los dedos sobre la mesa, muestra impaciencia.
- Mantener los brazos doblados sobre el pecho muestra una posición a la defensiva. Indican desaprobación o desacuerdo.
- Gesticular en exceso con las manos. Se vuelve un factor de distracción.
Una pequeã guía de recomendaciones que pone de manifiesto cuantos factores pueden llegar a intervenir a la hora de una entrevista laboral, pero tambien cuan sencillo puede ser el tomarlos en cuenta y usarlos a favor.
