El Personal Branding o marca personal está de moda, eso está claro, ¿para qué existe? Por diferentes motivos, a grandes rasgos para venderse a uno mismo, mejorar la percepción o reputación, construir un posicionamiento y como por ahí dicen, “santo que no es visto, no es adorado”. Lo que me preocupa, y nos ocupa, es que percepción es realidad, pero realmente estos influencers, ¿son lo que parecen? ¿Los seguimos por su humanidad o por lo que dicen y hacen superficialmente? ¿Realmente los conocemos? ¿Son personas de bien?
Otra frase que me gusta mucho es la siguiente: “la vida no se trata de tener todo lo que quieres, sino en querer todo lo que tienes” y esto seguro choca con todo lo que los gurús del emprendimiento te empujan a hacer, a querer más y más y más y nunca detenerte por nada. ¿Realmente nos impresionan los factores importantes?
Estoy seguro que viviríamos en un mejor lugar si nos impresionamos más en cómo una persona trata y ayuda a las demás, más allá de su dinero y lo que “ha logrado”, ¿no creen?
Recuerda que tu marca personal realmente va a dejar una marca por tu forma de ser y por tus logros realmente trascendentes en cuestiones humanitarias y del corazón. Realmente pon en consideración tus prioridades, ¿qué prefieres? ¿Verdaderas relaciones, amigos y familiares cercanos o seguidores y likes?
Es por eso que dejo un breve decálogo de consejos que no son nada fuera de este mundo pero que son mínimos para dejar de aparentar y realmente ser un influencer.
Trata a los demás como te gustaría ser tratado.
Recuerda que a veces estarás del lado corporativo con el presupuesto y a veces estarás emprendiendo ofreciendo productos o servicios, esperando a que te den una oportunidad.
Sé puntual, respeta el tiempo de los demás y si no lo logras, al menos pide una disculpa, tú tiempo no vale más que el de los demás.
No por ser “el cliente” te permite ser un cretino, sé justo, no te aproveches de los demás.
Sé considerado y respetuoso, ayuda porque te nace, desde abrir una puerta hasta ayudar a alguien que se cayó.
Recuerda tus modales, si tal vez sonreír a todos no te nace, al menos saluda y recuerda con tus modales que todos son importantes.
Realmente escucha, tómate tiempo de conocer más y del feedback, si no lo haces eres un pésimo comunicador unilateral.
Ofrece apoyo, cuando detectes que alguien lo necesita o cuando alguien te lo pida, tiende la mano y da consejos de corazón, no te guardes nada porque “es secreto de estado”.
Trata a todos de la misma manera, no importa quién sea, merece el mismo respeto.
Pide las cosas por favor y agradece cuando alguien hace algo por ti.
Reconoce el esfuerzo de los demás, esto lo platicaba más a fondo desde la perspectiva del libro “¿Cómo hacer amigos e influir sobre las personas?”, si no lo has leído, ¿qué esperas?
Por último pero no menos importante, ten ética, sé íntegro, el fin NO justifica los medios.
Todo esto tiene que ser auténtico, no hagas nada forzado, te debe nacer, o debes ponerte creativo para lograrlo con el temperamento y personalidad que tienes.
Hoy que estoy de lado de la agencia y me toca prospectar a nuevos clientes, conozco de todo tipo de gente y de reacciones, desde lo que no contestan y en teoría eran amigos o conocidos, o aquellos que te hacen menos porque no eres una agencia de red o “posicionada”. Por otro lado, a mí me toca también recibir proveedores y sé que es difícil atenderlos a todos, pero puedes o ser honesto sobre lo que necesitas o no, o al menos dar un chance de presentar.
La vida da muchas vueltas y puedes decidir ser percibido por ser una persona de bien, que hace el bien, o que solo es un poser. ¿Qué tipo de persona quieres ser?
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