Pongo sobre la mesa uno de esos temas futuristas que tanto nos interesan a algunos, que tanto apasionan a otros y que, además, nos asuntan tanto. O a mi, en lo particular, suelen ponerme en pánico. Aunque no sé ni por qué, igual no estaré para vivirlos. Pues se dijo en el pasado Foro Económico Mundial (World Economic Forum) que se calcula que 65% de los niños que hoy empiezan la primaria, van a trabajar cuando grandes en profesiones u oficios que hoy no existen.  Asà de rápido se está transformando la cosa. Sà me aterra.
Me llamaron la atenciĂłn algunas de las profesiones que predice el WEF, se las dejo acá para que pongan a volar su imaginaciĂłn acerca de a quĂ© nos podrĂamos dedicar si se extendiera la vida humana, o mejor, a quĂ© podemos aspirar si es que terminamos reencarcando; que no suena tan mala idea.
1. Operador de drones: en unos 20 años, los drones van a ser aparatos cotidianos de uso comercial a través de los cuales se entregarán pizzas, paquetes, etc. Dicen también que mediante drones se podrá reparar o hacer mantemiento de otros aparatos.
2. Asesor de banca virtual: los consultores de bolsa, esos expertos financieros que juegan con las inversiones gigantescas, se van a diversificar y también existirán los asesores de monedas virtuales, como el bitcoin.
3. Asistente automatizador de casas: este personaje entenderá el sistema mediante el cual funcionará una casa: su iluminación inteligente, los robots encargados de cosas y la programación de sus oficios, etc. El de mantenimiento general de automatización será una de las personas más requeridas. Reemplazará al plomero.
4. Programador de inteligencia artificial: cada vez más industrias trabajar con inteligencia artificial y redes neuronales. Pero, ¿y si algo se descompone?
5. Mecánico de carros autĂłnomos: muchos de los vehĂculos van a ser autĂłnomos y funcionarán con senrores y radares. Ya no van a necesitar quien los conduzca, pero sĂ quien los repare… Y para que no se ponga más tenso este relato, me di a la tarea de imaginar otras 5 actividades nuevas, no menos importantes:
6. Consultor/integrador humano-tecnologĂa: será cada vez más estrecho el vĂnculo de trabajo y del diario vivir con la tecnologĂa. Por tanto, va a ser clave alguien que media, que nos enseñe y que nos ayude a integrarnos con los nuevos seres de chips.
7. PsicologĂa de redes: como cada dĂa es más virtual la relaciĂłn entre las personas, se me ocurre que pueden surgir nuevas especializaciones en la psicologĂa para ayudarnos a sobreaguar las ciber-relaciones, por ejemplo aquellas dedicadas a los traumas generados en redes sociales, serĂa psicologĂa tinderiana o grinderiana.
8. Asesor de imagen virtual: y como no, va a urgir quien preste una especializada asesorĂa de imagen, algo asĂ como un manager virtual, que tenga el conocimiento de cĂłmo debe publicitarse cada cual virtualmente de cara al mundo. QuĂ© fotos, quĂ© postear y quĂ© no, cuándo opinar… segĂşn quĂ© objetivos, etc.
9. Rehabilitadores reales o de la realidad: estos sà que van a tener mucho trabajo porque van a prestar sus servicios para que la gente pueda reaprender a moverse en el mundo real, cuando sea necesario salir del ensimismamiento: en las reuniones sociales, en las conversaciones cara a cara, en las juntas presenciales de trabajo y hasta en los encuentros románticos.
10. Asesor funerario online: pensaba en algĂşn tipo de asesorĂa para organizar, entregar y cerrar la vida “en lĂnea” de la persona que fallece. Y pues resulta que ya se ha hablado de esta actividad. La llaman Life-logging y se refiere a quien recoge el material de cualquier tipo que una persona graba o deja en vida (en la era digital cada vez es más) para hacer su legado. Hoy solo se hace con gente fanmosa, pero se vislumbra que todos clasificaremos en la necesidad de contratar a este asesor funerario online.
¿Qué les digo? No me va a tocar, espero.