Con base en el decálogo propuesto por el teórico del diseño, el creativo español Norberto Chaves, enumeramos a continuación los diez principios básicos del diseño gráfico.
1. Convencionalidad
El elemento visual propuesto debe configurarse con base en una combinación de códigos gráficos que tengan vigencia cultural.
2. Ocurrencia
La ocurrencia es un elemento capaz de conferirle relevancia al mensaje visual en cuestión. Cada proyecto debe ser diferente.
3. Eficacia
El diseño debe cumplir con todas las funciones para las cuales ha sido creado. Los valores se deben fundar en la utilidad del diseño y tener esta concordancia para establecer sus condiciones estéticas.
4. Propiedad
El diseño debe ofrecer una descripción de la identidad de quien emisor. No basta con la firma: el comunicado mismo debe identificar al emisor. La identidad no consiste en hablar del emisor sino en hablar como él.
5. Respeto
Tal como sucede con el emisor, la gráfica debe ajustarse y respetar los códigos del receptor. Se habla para él, para que él entienda.
6. Pertinencia
El signo debe ajustarse al registro del vínculo comunicacional que se entabla entre emisor y receptor. Solo conociendo ese vínculo, es posible establecer el tono adecuado que cada ocasión amerita.
7. Densidad
Entre lo vacío y lo lleno debe haber una relación de sentido. El diseño debe estar saturado, o sea, carente de zona privadas de sentido. Si al eliminar un elemento nada se pierde, es porque ese elemento sobraba.
8. Economía
El despilfarro es comunicacionalmente negativo. El diseño no debe contener redundancias superfluas o excesos gráficos.
9. Transparencia
El dieño debe carecer de significaciones parasitarias que obren como interferencias a su mensaje específico.
10. Anonimato
El diseño debe ser autónomo, libre de referencias a su proceso productivo o su autor. El signo no es la historia de su proceso productivo: pertenece al emisor y su producción debe volverse invisible.