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De acuerdo con la operadora de Ikea, se está revisando el proceso legal para ver si se pueden hacer nuevos cambios a su operación
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La compañía incluso se disculpó por las prácticas, diciendo que tomará las medidas necesarias para asegurar que no vuelvan a suceder
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Este espionaje habría ocurrido entre 2009 y 2012, y también habría puesto en la cárcel al ex-director de las operaciones en Francia
Ikea, una de las tiendas de muebles y decoraciones más grandes y populares en el mundo, acaba de verse envuelta en una nueva controversia. De acuerdo con Reuters, cortes francesas pidieron a la unidad local de la dueña de la mayoría de estas tiendas, Ingka Group, pagar una multa de 1.2 millones de dólares (mdd). Esto, después que se concluyó que la retailer habría recopilado y almacenado indebidamente los datos de los empleados, así como varios clientes.
Estas prácticas se habrían extendido por varios años. Entre las faltas más graves se cuenta la revisión ilegal de los registros bancarios de sus colaboradores. También habrían usado “falsos empleados” para escribir reportes contra miembros de su personal. Según representantes del equipo de trabajo, la información recolectada habría sido usada contra líderes sindicales. Se señaló también a Ikea por utilizar estos datos para resolver algunas disputas con sus clientes.
Incluso se habría pagado para obtener archivos policiales tanto de los empleados como de los compradores afectados. El grupo que controla la marca Ikea ha reconocido que se registraron “prácticas inapropiadas” en su unidad francesa. Según Reuters, los fiscales querían poner una multa el doble de alta. Aunque los afectados creen que la compensación no es tan alta como hubieran querido, afirman que el resultado y el simbolismo del resultado es lo que importa.
Retail vs sindicatos
La multa de Ikea parece ser parte de una creciente tendencia entre las tiendas retail que están en plena guerra con sus colaboradores y las organizaciones sindicales. Hasta ahora, como lo recuerda el New York Times, el rostro de este conflicto ha sido la gigante online de Jeff Bezos. Esto, luego que la empresa superó un controversial voto en Alabama, Estados Unidos (EEUU), que evitó (por ahora) la sindicalización de colaboradores en su instalación de almacenamiento.
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No es una coincidencia que el conflicto de los retailers como Ikea y sus empleados parezcan estar en guerra con mayor intensidad y frecuencia que antes. De acuerdo con Modern Retail, la pandemia ha provocado que se intensifiquen las diferencias en las condiciones de vida y de trabajo entre los trabajadores agrupados y el resto. Lo anterior, naturalmente, ha hecho que más personas estén tratando de obtener las seguridades y protecciones de los sindicatos.
Y si bien el espionaje de colaboradores fue un movimiento claramente ilegal de Ikea para tratar de disuadir la formación (u operación) de sindicatos, hay estrategias mucho más sutiles. Según Popular Democracy, agentes como Walmart no solo tienen campañas de comunicación muy agresivas para desprestigiar este tipo de proyectos. También han hecho cambios a su forma de operar, que requieren menos mano de obra, solamente para disuadir a sus empleados.
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Casos de espionaje fuera de Ikea
No solo esta popular marca de muebles ha llegado a ser acusada de obtener información de forma ilegal de sus clientes o sus empleados. Por ejemplo, en un caso muy similar al que se acaba de dar a conocer de Ikea, H&M tuvo que pagar alrededor de 41 mdd por grabar a sus empleados sin permiso. Lo anterior también incluye la recolección de datos delicados que no parecen necesarios para la operación de sus tiendas, como contactos familiares y religión.
Un poco distinto al caso de Ikea es uno que se dio en Twitter hace casi un año. Entonces, un grupo de empleados de la misma red social hizo una denuncia pública en contra de la marca. Esto, porque la compañía les daba herramientas suficientes para poder emplear y controlar casi cualquier cuenta dentro de la plataforma. Su intención era que la compañía cambiara sus políticas de manejo interno para que sus colaboradores no pudieran espiar a la comunidad.