Hace algunas semanas, una autoridad ambiental de Estados Unidos señaló que los osos polares se encuentran amenazados por el cambio climático y al parecer no es la única, la revista Science Advances publicó un reporte este jueves en el que indica el alarmante estado de los primates en el mundo.
El reporte señala que alrededor del 60 por ciento de los monos, simios, lémures y otros primates del mundo ahora están en peligro de extinción debido a las operaciones agrícolas y madereras generalizadas que están destruyendo los hábitats de bosques a un ritmo rápido.
De 504 especies en el mundo, aproximadamente el 75 por ciento han disminuido drásticamente.
“Esta es la etapa final para muchas de estas criaturas”, indicó Paul Garber, profesor de antropología en la Universidad de Illinois, el especialista trabajó en conjunto con Alejandro Estrada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La evaluación se une a una serie de informes recientes que predicen un futuro grave para los animales del mundo si no se frenan las prácticas agresivas de uso del suelo y tomar medidas enérgicas contra la caza furtiva y el tráfico de animales.
Un análisis de diciembre encontró que los guepardos se encuentran al borde de la extinción, con solamente 7 mil 100 especímenes en estado salvaje. También el mes pasado, la jirafa fue incluida en la lista oficial de especies globalmente amenazadas y en peligro de extinción.
A mediados de enero, la administración saliente Obama aumentó la protección del abejorro parcheado oxidado, ya que la población de la especie se ha desplomado en casi un 90 por ciento desde finales de 1990.
La amenaza
Muchas de estas especies comparten la misma amenaza global: la pérdida de hábitat.
Los bosques de todo el mundo están siendo talados para la siembra de soya, palma africana, árboles de caucho y la extensión de terreno para el ganado vacuno. Además la producción de madera ilegal está destruyendo vastas extensiones de árboles tropicales.
Estas prácticas a menudo ocurren en las comunidades pobres, donde los bosques ofrecen una fuente vital de ingresos, pero los productores agrícolas conducen gran parte de la destrucción a gran escala.
El crecimiento agrícola representa 1.5 millones de kilómetros cuadrados, de los hábitats de primates entre 1990 y 2010, de acuerdo con la investigación de Garber. Eso es aproximadamente el tamaño de los estados Texas, California y Montana combinados.
En Indonesia, árboles que funcionan como hogares para varias especies de primates,son quemados el drenaje de los bosques de pantano para reforzar la producción de aceite de palma de la nación.
En la isla de Sumatra, el orangután, por ejemplo, perdió el 60 por ciento de su hábitat entre 1985 y 2007, según los investigadores. Sin embargo, los autores del nuevo estudio intentaron terminar con una nota de optimismo.
Si las comunidades y los gobiernos pueden crear más áreas protegidas y encontrar formas mejores y más sostenibles para las personas que se ganan la vida, entonces la pérdida de hábitat podría retrasar o incluso revertir, dijeron.
“A pesar de la inminente extinción enfrentan muchos de los primates del mundo, nos mantenemos firmes en que la conservación de los primates no es todavía una causa perdida”, escribieron los investigadores.