Por Alfredo Cervera

Investigación: Luis Arenas

La televisión abierta y de paga fueron la mayor apuesta de los anunciantes, mientras que internet debe esperar otro rato por su mano ganadora.

En pleno siglo XXI, la inversión publicitaria en México no presentó grandes cambios en relación con años pasados. Mientras que en Estados Unidos hay debates en torno a las nuevas dinámicas de negocio originadas por el gran alcance de los medios digitales, en nuestro país las estrategias de mercadotecnia más exitosas no hicieron cambios radicales en su pauta.
La televisión, al menos en México, mantiene su liderazgo una vez más, al captar el 55.98 por ciento de la inversión publicitaria durante el año pasado, con 52 mil 211 millones de pesos. Internet, la promesa de las agencias de medios como el nuevo canal masivo en sintonía con el público, no aumentó su porcentaje de participación en el mix, al mantener un 1.43 por ciento. Esto no quiere decir que la web carezca de fuerza para influir a los consumidores, pero su radio de incidencia es todavía muy limitado, porque las condiciones económicas impiden que la mayoría de los mexicanos tengan acceso a este servicio.
Algunos consideran que las pocas personas que cuentan con internet son las que más consumen, como el nivel socioeconómico (NSE) AB, el cual representa el 52.85 por ciento de los ingresos en nuestro país. Así, este grupo debería ser el target primordial para los anunciantes a la hora de dar a conocer sus lanzamientos, con el ciberespacio como el centro de las tácticas de marketing para cautivar a sus acaudalados usuarios. No obstante, este segmento sólo gasta el 7.3 por ciento de su sueldo en bienes de consumo, lo cual se traduce en 360 mil millones de pesos anuales.